Por Javier Rebolledo
Los clientes de La Vega o de ferias ubicadas en el sector norponiente, hasta ahora ignoran que gran parte de las carnes empleadas para sus cenas de fin de año se encontraban en mal estado o derechamente estaban vencidas, por lo que nunca debieron ser ingeridas este Año Nuevo. Desafortunadamente, nadie les informó del riesgo de su consumo y, peor aún, siguen consumiéndolas durante todo el año.
Pero los trabajadores de la distribuidora de alimentos Agrosuper Huechuraba sí están al tanto de este pestilente negocio. Y entregaron a LND documentos oficiales de la empresa que dan cuenta de la venta irregular de carne contenida en las planillas de distribución y guías de despacho que acreditan el vencimiento de los productos.
Según la guías números 9427310, 11 y 13, el 26 de diciembre, sólo uno de los 48 camiones de la distribuidora de Huechuraba vendió 517 kilos de carne vencida.
No obstante, Raúl Leiva, operario de la distribuidora de Huechuraba, asegura que ésta es una práctica que se repite en el resto de los camiones. Por lo que la simple multiplicación del total de vehículos por 517 kilos da como resultado casi 25 mil kilos diarios de carne en mal estado, que llegarían a las mesas de los vecinos de Cerro Navia y Pudahuel.
Según el propio presidente del Sindicato Interempresas de Agrosuper, Javier Chandía, esa práctica se extiende a las 16 plantas distribuidoras que la compañía posee a lo largo de Chile.
También sucede lo mismo en la distribuidora de Quilín. Según las hojas de distribución de la planta, allí se comercializan a precios más baratos productos con hasta cinco días de vencimiento.
DESCOMPOSICIÓN Y OFERTAS
Los precios varían según el estado de descomposición de la carne. Generalmente es el mismo chofer del camión quien se encarga de venderla a compradores fijos. Pero cuando se acumula stock de mercadería en mal estado, llegan hasta la comercializadora. En una sala se colocan los productos divididos por fecha y estado. La persona de venta le pregunta qué producto le interesa. El comprador lo huele, lo observa y elige distintos tipos. Finalmente pide un precio por el total, relata Luis Silva, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Distribuidora Agrosuper de Huechuraba.
Además, revela que años atrás ellos mismos se encargaban de maquillar el estado de la carne. La metíamos en tambores con cloro. Ahora a nosotros nos llega en cajas, así que no entramos en contacto con ella. Cuando está mala lo que hacemos es congelarla para paliar el olor. Entiendo que los feriantes le sacan el cuero, la echan en cloro, luego sal, la aliñan y un sinnúmero de técnicas más para lograr venderla, sostiene.
Los motivos para que la carne se apile en las distribuidoras, explica Silva, son varios: En algunos casos el cliente se excede en su pedido, o la empresa se equivoca. Para el caso da lo mismo porque el cliente siempre tiene la razón, y por uno u otro motivo una porción de carne vuelve a la planta de distribución, lo que genera un stock constante que no se vende y que con los días se comienza a vencer.
La distribuidora de alimentos Agrosuper de Huechuraba, cada día recibe miles de kilos de cerdo, pollo y pavo provenientes de sus faenadoras ubicadas principalmente en la VI Región y la Metropolitana.
Los operarios como Silva se encargan de que cuando la carne llega o es devuelta a la distribuidora, no pierda la temperatura adecuada (mantención de la cadena de frío), y así evitar su descomposición. Es ingresada a cámaras frigoríficas y cada día los camiones salen a venderla. Sin embargo, cuando se acerca la fecha de vencimiento, siempre existe una cierta cantidad que no se ha logrado comercializar. En muchos casos no está vencida, todavía le faltan cuatro o cinco días. Con todo el trajín, que incluye que los compradores no la almacenan a la temperatura adecuada y muchos camiones de la empresa tampoco cumplen con las condiciones, pierde la temperatura óptima y comienza a descomponerse prematuramente, cuenta Raúl Leiva, otro operario de la planta distribuidora. Pero la carne no se pierde: La vencida y la que está en estado de descomposición es vendida a feriantes de la Vega Central, Pudahuel, La Pincoya, Recoleta y Cerro Navia, agrega mientras exhibe las hojas de ruta de varios camiones que contienen domicilios particulares en los lugares identificados previamente.
Agrosuper, sin embargo, niega que esto sea una práctica común. Cuando se han dado casos accidentales, como el mencionado, los productos han sido devueltos, ya que se detectan a tiempo y se han decomisado. Por lo demás, aseguran, si hubiera algún producto con defectos o con problemas de su fecha de vencimiento, sería apartado de los productos comercializables y desnaturalizado de acuerdo a un procedimiento establecido.
EMPRESA RESPONSABLE
El controlador de esta empresa es Gonzalo Vial Vial. Sin una fortuna heredada, estudió Agronomía en la Universidad Católica. En la década del 50 ocupó un gallinero que su padre no era capaz de hacer cundir y comenzó a criar gallinas en Doñihue. Según la leyenda, con los conocimientos adquiridos lo transformó en una pujante microempresa en la que él mismo cumplía todos los roles, incluido vender huevos en el sector de Recoleta en su camioneta.
Instalado con criaderos de pollos, la crisis de los 80 le dio un empujón decisivo. El precio de la carne avícola se fue al piso y Vial tuvo la idea de invertir en la crianza de cerdos. Viajó a países con desarrollo en este campo y gracias a inmejorables créditos de la banca nacional entregados por la dictadura, fue el primer hombre en tener planteles de porcinos en el país.
Actualmente es propietario de las marcas integradas al holding Agrosuper (Super Pollo, Super Cerdo, Cecinas Super y La Crianza, el 40% de Sopraval, salmoneras y recientemente la Viña Ventisquero, entre otras), posicionándose como uno de los hombres más ricos del país, con ventas que en 2005 llegaron a los 1.100 millones de dólares, un 20% más que en 2004. Actualmente tiene presencia en más de 50 países y ha abierto cuatro oficinas comerciales en Atlanta, Londres, Milán y Tokio.
Logros notables para una persona que, dentro de su línea católica practicante, lleva a cabo numerosas obras filantrópicas. Participó en la creación de la Universidad de Rancagua, es consejero de la exclusiva Fundación Juan Pablo II, que proporciona ayuda a personas de escasos recursos para que ingresen a la universidad, es benefactor del hogar para menores el Pequeño Cotolengo, y gracias a la fundación Agrosuper fundó y mantiene el colegio modelo Los Cipreses, en el sector de Doñihue, su tierra natal.
A esto se suma que Agrosuper cuenta con una imagen destacada en el mundo de los negocios. En el año 2000, la Sofofa le entregó el Premio a la Responsabilidad Social Empresarial, galardón que valora, entre otros aspectos, las buenas prácticas con sus vecinos. Siempre procurando proteger el medio ambiente. En el estante de Vial también reposa el Premio Sofofa Empresa Destacada 2004, en gran medida debido a que Agrosuper fue la primera de Chile en comercializar bonos de carbono. En la ocasión recibió el premio directo de la mano de Ricardo Lagos, quien destacó su labor empresarial.
Hace unos años, Vial decidió trasladar las oficinas centrales, ubicadas originalmente en Santiago, hasta la VI Región, donde actualmente trabajan y viven sus ejecutivos. Y de esta forma contribuir a la descentralización del país, aportando al crecimiento y desarrollo de las localidades donde están instaladas las industrias, generando empleo regional, señala Extend, la empresa que lleva las comunicaciones de Agrosuper.
El Centro de Estudios Alternativos (Cenda), junto a otras ONG que conforman el Centro de Información y Comportamiento Empresarial durante 2006, realizaron un análisis sobre la responsabilidad social empresarial de Agrosuper y Ariztía, llegando a la conclusión de que la empresa de Gonzalo Vial sería inconsciente socialmente hablando: Fundamentalmente porque actúa de forma reactiva frente a los problemas medioambientales que provoca. En general, para muchos empresarios responsabilidad y marketing social son sinónimos, explica Martín Pascual, investigador del Cenda.
La apreciación de Pascual tiene como sustento un total de casi 150 millones de pesos en multas a la legislación medioambiental. Prácticamente la mitad fueron cursadas por la Seremi de Salud de la VI Región en los últimos cinco años; el resto, por la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) (ver recuadro).
SÚPER CONTAMINACIÓN
En 2005, Agrosuper enfrentó un recurso de protección interpuesto por una familia de la comuna de San Pedro, de la Región Metropolitana. La razón fue que en el invierno, las lluvias en la planta La Noria, ubicada en Ñihue, rebalsaron una piscina de purines (hoyos de tierra donde se acumula la caca de los cerdos), y ésta escurrió hasta las casas ubicadas en un sector rural. La empresa llevó la causa hasta la Corte Suprema, pero en diciembre los magistrados fallaron en su contra. El dictamen estableció que su funcionamiento era ilegal y dispuso que la compañía debía cumplir las exigencias medioambientales (construir una segunda piscina), y sin contaminar.
Durante una visita que LND realizó a Ñihue constatamos que la edificación de la segunda piscina se lleva a cabo a sólo 20 metros de la casa de María Reyes. Al principio teníamos chanchos, pero cuando ellos llegaron todos nos dijeron que ya no podíamos debido a que eran una fuente de enfermedad para los animales de Agrosuper, cuenta afligida.
Para el desborde de 2005 su casa quedó echa un mierdal. Todo el piso del inmueble estaba bajo la caca y la noria quedó llena de excremento. Los olores van a quedar a metros de mi casa. Me da miedo que me caiga todo encima, dice la mujer.
Sin embargo, el gerente de asuntos corporativo de Agrosuper, Carlos Andrés Vives, explica que la normativa lo permite y que, al parecer, no hay más que decir.
Algo similar ocurre con El Yali, un humedal ubicado cerca de San Pedro que fue declarado territorio protegido por el Convenio de Ramsar de la ONU. Según un estudio de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, se encuentra en peligro de desaparecer. Como causas identifica dos posibilidades, y una de ellas es el acopio de materia orgánica originada en los criaderos de pollo, que contamina dos esteros, cuyo cauce atravesaría las instalaciones de Agrosuper.
Pero el caso no termina ahí. Lo que aún queda de El Yali es protegido por un consejo consultivo al que pertenece Agrosuper. En la sesión del 24 de agosto de 2006, los vecinos protestaron contra la compañía por la contaminación con purines de los dos esteros del humedal. En respuesta, el representante de Agrosuper, Martín Landea, dijo que debido a la alta precipitación de los últimos días, en uno de los predios se produjo un desborde de los estanques de purines.
Mientras, el director de la Corema VI Región, Héctor González, sentencia: Agrosuper es una empresa con grandes inversiones medioambientales, pero al mismo tiempo es la que muestra los déficit más preocupantes en este campo. Esto explica que en el rubro de los cerdos lidere los procesos sancionatorios por parte de la Corema. Una explicación que a la hora de los galardones, la Sofofa no pondera.
Agrosuper, no obstante, se defiende de estas acusaciones y advierte que su política medioambiental se basa en las más estrictas normas, por lo que emite bonos de carbono.
La Corema propuso una sanción por lanzar lodo al suelo que no fue absorbido, la que podría llegar hasta 200 UTM (casi 6,5 millones de pesos) en la planta El Suspiro en El Peralillo. El 29 de diciembre, este mismo proyecto fue sancionado con 500 UTM (16 millones de pesos) debido a que nuevamente no cumplió con la disposición. Un año atrás, en septiembre de 2005, la Corema descubrió que Agrosuper estaba derramando lodos de la planta faenadora de cerdos El Rosario, también en la VI Región, en campos vecinos, sin preocuparse de que fueran absorbidos. Más grave: la empresa tenía permiso para realizar esta labor dentro de un rango determinado y la autoridad detectó que estaba vertiéndolos a 38 kilómetros de distancia de la planta, acopiándolos sobre el terreno, lo que constituye una infracción a la Resolución de Calificación Ambiental. La Seremi de Salud propuso nuevamente la multa más alta.
Actualmente, Gonzalo Vial está a la espera de la resolución de la Corema para poner en marcha el Proyecto Norte, también con planteles de cerdo, en el valle del Huasco, célebre debido a que Pascua Lama también se encuentra en la zona. Y habrá que esperar a ver si este año la Sofofa vuelve a elegir a Agrosuper como la empresa destacada. LND
Las redes transversales de Vial
Dentro de las redes de poder con que cuenta Gonzalo Vial en la VI Región está el diputado UDI Eugenio Bauer, quien representa al distrito 33, tierra natal de Vial y donde se ubican gran cantidad de sus planteles avícolas y porcinos. Bauer fue representante legal de Agrosuper durante 25 años, hasta el 2002, cuando resultó electo como diputado. Un ex parlamentario asegura que en Rancagua se dice que Agrosuper se la jugó por tener un parlamentario y que hoy posee un escaño en la Cámara Baja.
Consultado por este medio si recibió dinero de Gonzalo Vial o de Agrosuper para su campaña, Bauer responde: No personalmente de él. Mucha gente me ayudó, pero no sabría decirte si fue él. Muchos amigos que trabajaban en Agrosuper y otros que no, me ayudaron.
En la década de los 90, Bauer, además, fue miembro del Consejo Consultivo de la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) mientras se desempeñaba en Agrosuper, pero asegura que nunca le tocó pronunciarse en algún proceso contra su compañía. Si hubiese ocurrido me habría marginado de cualquier proceso en su contra, plantea.
La relación de Bauer y Vial también está en la Universidad de Rancagua, donde ambos fueron socios fundadores. Bauer se mantiene, mientras que las acciones de Vial fueron traspasadas a su hijo, Gonzalo Vial Concha, actual presidente de la junta directiva. Otro socio fundador es el hasta ahora PPD
Esteban Valenzuela. Estoy unido a Vial por una relación de admiración, ya que es un empresario decente. Un ejemplo es que luego de la reciente quema de la planta de San Vicente no echó a un solo trabajador, sino que los reubicó, perdiendo plata, asegura. Advierte, eso sí, que nunca ha recibido dinero de parte del dueño de Agrosuper para sus campañas políticas.
Valenzuela es fundador de la Corporación Pro OHiggins cuyo objetivo es la promoción de proyectos de desarrollo para la región, donde Agrosuper es socia. El diputado recuerda que invitó a Vial a participar para financiar algunos proyectos y se adelanta a explicar que ya no es parte de ella y que nunca tuve ningún operador ahí.