Rodrigo Yáñez, de Certa:
"La flexibilidad de los fabricantes holandeses ayuda a Chile a industrializarse"
La falta de mano de obra en el sector agrícola está obligando a Chile a afrontar un cambio muy fuerte en sus métodos de trabajo debido a la necesidad de industrialización en los campos de cosecha. Este cambio se ha ido incorporando en los últimos años de manera creciente ante la falta de trabajadores de campo para el sector. "La escasez de trabajadores agrícolas está empujando a los agricultores a utilizar estos mecanismos para reemplazar lo que antes era hecho por el personal. La mayoría de jóvenes ya no desean trabajar en los campos, prefieren elegir otras carreras con mayores retornos y mejores oportunidades", sostiene Rodrigo Yáñez, vocero de Certa.
Este cambio en el sistema de trabajo hortofrutícola en Chile está haciendo que pequeñas y medianas empresas se vean familiarizadas con la adquisición de herramientas modernas, por lo que lograr un buen balance entre el precio y la calidad es vital para el proceso de industrialización. "El agricultor al que le empieza a ir mejor sabe que tiene que tecnificarse para poder avanzar, como respuesta a la falta de disponibilidad de trabajadores. Todo esto, con propios recursos, porque no hay muchas subvenciones y solo algunas organizaciones que brindan apoyo en el proceso. Nosotros, como empresa comercializadora de maquinarias, nos vemos beneficiados con estos cambios, pues nos permite crecer y especializarnos en las nuevas tecnologías", afirma Yáñez.
"En estos momentos, experimentamos un gran favoritismo por equipos provenientes de empresas holandesas. La mayoría de fabricantes ofrecen productos ya predeterminados y es el comprador el que tiene que adaptarse, no hay un esfuerzo para lograr una adaptación. Pero los fabricantes neerlandeses tienen una mentalidad más flexible que facilita nuestro trabajo y el del agricultor. Si bien Holanda en términos geográficos no tiene una gran similitud con nuestro territorio, pero es país un país pequeño en superficie, altamente especializado y productivo que podemos tratar de adaptar sus métodos productivos y equipos. Si esta tendencia continua así, más del 50% de la maquinaria que se emplea en los campos de cultivo será de origen holandés", asevera el representante de la empresa chilena.
"La flexibilidad de los fabricantes holandeses ayuda a Chile a industrializarse"
La falta de mano de obra en el sector agrícola está obligando a Chile a afrontar un cambio muy fuerte en sus métodos de trabajo debido a la necesidad de industrialización en los campos de cosecha. Este cambio se ha ido incorporando en los últimos años de manera creciente ante la falta de trabajadores de campo para el sector. "La escasez de trabajadores agrícolas está empujando a los agricultores a utilizar estos mecanismos para reemplazar lo que antes era hecho por el personal. La mayoría de jóvenes ya no desean trabajar en los campos, prefieren elegir otras carreras con mayores retornos y mejores oportunidades", sostiene Rodrigo Yáñez, vocero de Certa.
Este cambio en el sistema de trabajo hortofrutícola en Chile está haciendo que pequeñas y medianas empresas se vean familiarizadas con la adquisición de herramientas modernas, por lo que lograr un buen balance entre el precio y la calidad es vital para el proceso de industrialización. "El agricultor al que le empieza a ir mejor sabe que tiene que tecnificarse para poder avanzar, como respuesta a la falta de disponibilidad de trabajadores. Todo esto, con propios recursos, porque no hay muchas subvenciones y solo algunas organizaciones que brindan apoyo en el proceso. Nosotros, como empresa comercializadora de maquinarias, nos vemos beneficiados con estos cambios, pues nos permite crecer y especializarnos en las nuevas tecnologías", afirma Yáñez.
"En estos momentos, experimentamos un gran favoritismo por equipos provenientes de empresas holandesas. La mayoría de fabricantes ofrecen productos ya predeterminados y es el comprador el que tiene que adaptarse, no hay un esfuerzo para lograr una adaptación. Pero los fabricantes neerlandeses tienen una mentalidad más flexible que facilita nuestro trabajo y el del agricultor. Si bien Holanda en términos geográficos no tiene una gran similitud con nuestro territorio, pero es país un país pequeño en superficie, altamente especializado y productivo que podemos tratar de adaptar sus métodos productivos y equipos. Si esta tendencia continua así, más del 50% de la maquinaria que se emplea en los campos de cultivo será de origen holandés", asevera el representante de la empresa chilena.
Fecha de publicación: 15/06/2016
Autor: Nathaly Saucier
Derechos de reproducción: www.freshplaza.es
Fuente:
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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Santiago- Chile
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