Valdivia se lo merece: ha luchado incansablemente por convertirse en Región
Por Ricardo Nuñez, senador por la Región de Atacama
Senador Ricardo Núñez, Región de Atacama
Voté favorablemente la creación de la Región de Los Ríos, luego de una larga discusión. Creo que Valdivia se lo merece. Y digo muy concretamente "Valdivia se lo merece", porque son básicamente los valdivianos los que han estado luchando denodadamente por la creación de esta Región de Los Ríos.
Y lo digo con autoridad, porque, aun cuando soy senador por una Región del Norte, concretamente por Atacama, me unen con Valdivia lazos personales y familiares de hace muchos años. Y conozco exactamente la naturaleza del valdiviano; sé exactamente lo que piensan, sé exactamente las diferencias que ellos sienten en el alma con respecto a Osorno; sé perfectamente los sufrimientos que ellos tuvieron cuando, sin consultar a nadie, CONARA -esta entidad que creara el Régimen militar- tomó la determinación de que Valdivia quedara en la Región de Los Lagos.
Y, como todos sabemos, cuando se creó esa Región de Los Lagos, con Valdivia incluido, todos sabíamos, de alguna manera, que Puerto Montt iba a ser la capital de esa región. Y lo iba a ser no solamente por los méritos propios, que por cierto los tiene, sino que, fundamentalmente, porque no había una buena opinión, en el Régimen militar, con respecto a la ciudad de Valdivia, particularmente por el hecho de haber sido una ciudad que estuvo siempre, de alguna manera, vinculada con los partidos de izquierda.
En consecuencia, creo que, de alguna manera, Valdivia fue castigada por el Régimen militar. Fue castigada porque exactamente ahí había una opinión generalizada respecto a lo que Valdivia tenía que ser sometida a la lógica de la regionalización que nos impuso CONARA en su tiempo. ¿Y por qué Valdivia tiene singularidades propias? Por cierto, porque fue la puerta de entrada, en el siglo XIX, de la mayor inmigración europea que haya vivido nuestro país. Valdivia fue la puerta de entrada; no lo fue Osorno, ni lo fue Puerto Montt; fue básicamente Valdivia, en donde se manifestaron las primeras migraciones de alemanes que llegaron a nuestro país y que poblaron gran parte de esa región, que hoy se llama "Región de Los Lagos".
Segundo, porque es, seguramente, la única ciudad fluvial que tiene nuestro país. Es mucho mayor que Cauquenes, por cierto, pero no es comparable con ninguna otra; es la única ciudad fluvial, porque tiene uno de los ríos más caudalosos y más bellos que tiene nuestro país.
Tercero, porque fue la región del sur de nuestro país, conjuntamente con Magallanes, la que sufrió, felizmente, un proceso de industrialización bastante acelerado desde la década del 50. Valdivia, sin lugar, era prácticamente, después de Concepción hacia el Sur, la ciudad más industrializada de Chile. Era la ciudad en donde existían dos universidades por falta de una; donde se realizaron las primeras construcciones de barcos de gran cabotaje en nuestro país; existían no una fabrica de calzados, existían cuatro fábricas de calzados, hasta el terremoto del año 60. Existían no solamente estas fábricas de calzados, sino que todas las industrias aledañas a la elaboración del calzado en nuestro país era, conjuntamente con Peñaflor, la zona en donde se desarrollaba más creativamente la industria del calzado de nuestro país.
Pero, además, no solamente eso. Valdivia fue la cuna de la industria forestal de Chile. Las primeras manifestaciones de una industria desarrollada en materia forestal y, particularmente, en toda la aplicación que significaba la madera de manera muy rica extendida a través de toda esa provincia, por cierto, fue Valdivia la cuna de todo aquello.
Por esas razones, por cierto, no es comparable Valdivia con Osorno, ni siquiera es comparable, por cierto, también con la ciudad de Puerto Montt.
Por eso, me parece absolutamente justificable; por estas razones históricas; por estas razones que son propias de la nueva realidad, que esa ciudad se convierta en la capital de una nueva Región. De eso no tengo la menor duda.
Pero hay dificultades. Se ha prometido que la Región de Los Ríos va a tener una gran autonomía. ¡No señor, eso no es posible! ¡No digamos cosas que no son ciertas!
Todas las regiones del país han de tener mayores autonomías. El problema es que la ley orgánica constitucional de Administración y Gobiernos Regionales no le está entregando a las regiones mayores autonomías. Las regiones siguen siendo básicamente dependientes de la Región Metropolitana y básicamente del Ejecutivo.
Y mientras no modifiquemos la ley orgánica constitucional de Administración y Gobiernos Regionales, todas las regiones del país van a seguir dependiendo de los que nos caiga por el FNDR, de los escasos recursos propios que tiene cada una de las regiones. No le digamos a la Región de Los Ríos que va a tener recursos propios, porquen o los va a tener. Porque aún cuando los tuviera, todas las empresas valdivianas van a seguir imponiendo a Impuestos Internos centralmente. En otros términos, las grandes empresas que están instaladas allá en Valdivia, van a seguir entregando su tributación aquí en Vitacura o en Providencia, en Santiago. Y no les mintamos a la gente: ¡eso es así!
Igual que las empresas mineras que pueblan las regiones del Norte, y están en Atacama, mi Región. No imponen nada, salvo las patentes mineras -¡salvo las patentes mineras!-, después de una larga pelea. Pero la imposición realmente se la lleva el Gobierno Central. Los tributos fundamentales, particularmente los impuestos de primera categoría, llegan al Poder Central, llegan al Ejecutivo.
En consecuencia, no les digamos cosas que no corresponden. ¿Cuáles van a ser los recursos propios que va a tener Valdivia? No va a tener mayores recursos propios que los que tiene actualmente la provincia de Valdivia. Porque mientras no modifiquemos realmente la ley orgánica constitucional de Administración y Gobiernos Regionales, no hay mayores atribuciones.
Por lo tanto, si hay un ambiente favorable a una mayor autonomía, yo los invito a que, de una vez por todas, hagamos de Chile un Gobierno de regiones autónomas.
Y no hagamos un remedo en regiones. Estas trece regiones que tenemos actualmente; catorce con Arica y Parinacota; quince con la que vamos a crear ahora, van a seguir siendo dependientes del Gobierno Central. Y, por lo tanto, vayamos a una modificación sustantiva de la Constitución. No digo a hablar de un país federal, porque se ponen muy inquietos normalmente en Chile cuando hablamos de país federal. Yo no le tengo miedo.