Clave 1
NO SE DISTRAIGA
Interrumpa su conversación, concéntrese realmente en el
vino que está probando. Ese vino trata de comunicarse con
usted usando un lenguaje de colores, aromas y sabores.
Si le presta atención no le resultará difícil desentrañarlo.
Clave 2
MIRE EL COLOR CONTRA UN PAPEL BLANCO
El color de un vino no se aprecia mirando la copa al
contraluz. Obsérvelo desde arriba, inclinando la copa
(hasta donde pueda, sin que se derrame) sobre una
superficie bien blanca: un mantel o una hoja de papel.
Clave 3
EL VINO NO SE HUELE, SE OLFATEA
Haga girar el vino en la copa para que desprenda
sus efluvios aromáticos. Luego meta
la nariz adentro y detecte esos aromas.
Clave 4
QUE AROMAS PUEDE DETECTAR
Podrá olfatear los siguientes aromas: (1) a vino, (2) a
frutas, flores o especias, (3) a vainillas, chocolate, tabaco, o
frutas secas, el vino ha pasado por buena madera. Y pare de
contar. Cuando el aroma a frutas es pleno, probablemente
estará probando un tinto nuevo.
Clave 5
CON EL VINO EN LA BOCA, HAGA UN BUEN BUCHE
No se trague el vino derecho viejo como quien bebe
muerto de sed en pleno verano tórrido. Degústelo a pequeños
sorbos, haciendo un buen buche con cada trago. Paladée,
mastique el vino, piénselo en la boca.
Clave 6
TEMPERATURA ADECUADA Y MODAS MANIATICAS
No tome el vino blanco helado, con la copa empañada, como es
manía de los Argentinos. El mucho frío le achata los aromas. En
cuanto a los tintos, algunas variedades, Syrah, por ejemplo, puede
refrescarlas suavemente en los días tórridos.
Clave 7
NO TOME ETIQUETAS SINO VINO
Pruebe el vino a ciegas, sin saber qué marca está degustando.
Será así una prueba imparcial, sin influencia de la publicidad,
las promociones o su fidelidad a determinada marca.
De éste modo, la opinión que sobre él se forme será genuina.