| | Sector frutícola revisó proyecciones de hectáreas plantadas por efecto del bajo tipo de cambio y costos de mano de obra. César Sottovia J.
En menos de una década, los arándanos se han transformado en una de las estrellas de la canasta exportadora de Chile. Mientras en 1998 el sector exportó US$ 17 millones, este año los envíos sumaron US$ 119 millones, transformándose en la cuarta exportación frutícola.
Un crecimiento que es reflejo de las buenas condiciones internacionales y que ha llevado a numerosos empresarios a ingresar a este negocio, como Vicente Aresti, Hernán Boher, Ignacio del Río o Christoph Schiess. Así, la superficie plantada en el país pasó de 1.225 hectáreas en 2001 a 6.800 há hoy.
El principal mercado es Estados Unidos, aunque últimamente también se han masificado los envíos a Europa.
De esta forma los arándanos sólo son superados en envíos por especies que tienen más de dos décadas de desarrollo en el país, como la uva de mesa de la cual se exporta US$ 910 millones-, las manzanas, cuyos envíos llegan a US$ 423 millones y los kiwis, con US$ 121 millones.
Sin embargo, el panorama no es tan boyante para todos los cultivos. Al menos, en cuanto a cantidad de superficie plantada explica Fedefruta. Según el gerente general del gremio, Juan Carlos Sepúlveda, el bajo tipo de cambio ha llevado a los agricultores a modificar sus proyectos de acuerdo al valor de la mano de obra que representa cerca del 60% de los costos en este rubro- y su rentabilidad. A esto se suma un incremento de la competencia en los mercados de exportación, formándose un cóctel que ha hecho disminuir el ritmo de crecimiento de las hectáreas plantadas de algunas especies. En esta situación están las paltas, algunos carozos y la uva de mesa.
Si bien teníamos una estimación de crecimiento en plantaciones, ésta ha bajado de manera importante, dijo, agregando que especies que eran de las más rentables incluso a pesar del dólar, como los paltos, se están complicando. Las cifras oficiales hablan de 22.500 há plantadas, superficie que hasta este año se incrementaba a un ritmo entre 1.000 há y 2.000 há anuales. Sin embargo, producto de los precios de esta temporada, el crecimiento va a disminuir violentamente. Antes estábamos solos en Estados Unidos y ahora estamos con México que es el principal productor, señala Sepúlveda.
Crisis de la uva En el caso de la uva de mesa, el principal cultivo frutícola del país, el número de hectáreas plantadas (46.000 actualmente) debiera mantenerse, señala Sepúlveda, quien advierte: probablemente podría haber arranques producto del bajo precio del dólar y de la mano de obra, ya que si antes se podía trabajar bien con unas 1.500 a 1.800 cajas de cosecha por há en algunos lugares, en estos momentos es necesario dependiendo de la variedad-, superar las 2.200 cajas o 2.500 cajas por há, para obtener rentabilidad.
En carozos, agregó Sepúlveda, se ha producido una estabilización y una disminución leve de la superficie de algunas especies, como los ciruelos. Estos totalizan 13.600 há plantadas, de los cuales 7.600 há son ciruelos japoneses y 6.000, europeos. Mientras los europeos, para deshidratar, han aumentado debido a que tienen un mercado interesante, los ciruelos para fruta fresca, han tenido un descenso de rentabilidad, explicó.
Los duraznos, en tanto, totalizan 11.600 hectáreas plantadas 5.000 de las cuales son conserveros y 6.600 para consumo fresco y exportación, superficie que se ha mantenido estable. En este rubro se irá produciendo un cambio de variedades importante, por aquellas que tengan una mejor post cosecha, precisó.
A estos se suman los nectarines, con 7.000 há que representa un leve aumento.
Por su parte, los Kiwis que suman 7.800 há, están resurgiendo en el pasado llegaron a sumar casi 13.000 há-, por un repunte del precio internacional.
Mientras que los cítricos como las naranjas se han venido expandiendo (7.700 há) por demanda de países del Asia.
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