Nuevas tecnologías agrícolas podrían traer otra revolución verde
(Los investigadores esperan lograr mejores métodos de cultivo) (771)
Por Kathryn McConnell
Redactora del Servicio Noticioso desde Washington
(Este es el quinto de una serie de artículos sobre los programas de ayuda
alimentaria y asistencia agrícola de Estados Unidos para poblaciones
vulnerables del mundo)
Washington - Científicos de Estados Unidos y otros países quieren crear
otra "revolución verde", particularmente en África, que ayudaría a los
países pobres a cubrir mejor sus necesidades alimentarias así como las
demandas de exportación de los mercados.
Científicos en alianzas gubernamentales, universitarias y del sector
privado investigan nuevas tecnologías agrícolas que puedan ayudar a los
países pobres a terminar con la escasez de alimentos y la malnutrición.
Entre estas innovaciones cabe destacar la mejora de las variedades de
cultivos, la consecución de fertilizantes más eficientes, nuevas vacunas
para el ganado y nuevas técnicas de procesamiento de alimentos.
En el Centro Internacional para el Desarrollo de Fertilizantes (IFDC),
apoyado por Estados Unidos y con sede en Alabama, el químico Amit Roy
trabaja con científicos de muchos países para desarrollar un fertilizante
que el suelo pueda absorber con facilidad y que ayude a los granjeros a
aprovechar las mejores variedades de semillas en tierras de cultivo con
deficiencias de nitrógeno, ya que los nuevos fertilizantes son más
eficientes que los tradicionales, los granjeros pueden utilizar menos
cantidad y reducir los costos y los residuos que se producen, explicó Roy
al Servicio Noticioso desde Washington.
Investigadores en universidades estadounidenses han estado trabajando en
proyectos que van desde cultivos con cualidades especiales hasta
tecnologías para el transporte de productos.
En la Universidad de Purdue en Indiana, Bruce Hameker y sus colegas
internacionales quieren desarrollar una variedad de sorgo más digestible,
para que los consumidores puedan absorber la proteína del grano más
fácilmente.
El sorgo es una de las cosechas principales en la zona áridadel Sahel y la cosecha secundaria en otros países africanos. También es el
alimento que eligen muchas personas con intolerancia al gluten del trigo.
Philip Nelson, otro investigador de Purdue, desarrolló tecnologías que
permiten el almacenamiento a gran escala y el transporte a larga distancia
de frutas ácidas y productos vegetales. Estas tecnologías han ayudado a
aumentar el acceso de la gente a los alimentos en todo el mundo, comentó.
Nelson fue galardonado en 2007 con el Premio Mundial de Alimentos.
Lloyd Rooney de la Universidad A&M de Texas ayuda a los cultivadores de
sorgo y mijo en África a proporcionar granos molidos sin residuos a los
consumidores urbanos. Los residentes de las ciudades prefieren cereales
fáciles de cocinar que se pueden comer por si solos o combinados con otros
alimentos para obtener una nutrición más equilibrada..
El Servicio de Investigación Agrícola (ARS) del Departamento de Agricultura
de Estados Unidos (USDA) con 100 localidades en Estados Unidos y en otros
países ofrece otro espacio para las iniciativas de investigación que puede
beneficiar a los países en desarrollo.
En el centro de ARS de Dakota del Norte los científicos intentan hacer
cassava, un alimento clásico para millones de africanos, con mayor
rendimiento y más resistente a las plagas y enfermedades. En otros centros
los investigadores desarrollan variedades de frijoles secos resistentes a
las bacterias y los virus y colaboran con el instituto de investigación
agrícola de Kenia y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y el
Trigo (CIMMYT) para identificar la resistencia del trigo a la podredumbre
de la raíz, una enfermedad que existe en el este de África.
Otros proyectos de ARS incluyen el desarrollo de una variedad de trigo que
pueda crecer en suelos con grandes cantidades de aluminio que restringe el
crecimiento, y crear un arroz resistente a un hongo que lo daña. El cultivo
intensivo del arroz ha contribuido a la llegada de fuertes cepas del hongo
a algunos lugares de Asia.
Además, los científicos estadounidenses han estado trabajando en proyectos
diseñados para ayudar a los ganaderos. Uno de los resultados de su trabajo
ha sido una prometedora vacuna para proteger el ganado vacuno, porcino y
ovino de la fiebre aftosa. La enfermedad, que existe en todo el mundo, no
se suele transmitir a los humanos pero puede causar pérdidas severas en la
producción de carne y leche.
Muchos científicos agrícolas internacionales que trabajan en universidades
y centros de investigación estadounidenses han recibido formación en
Estados Unidos y otros países por medio de programas de apoyo de la Agencia
de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y del
Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
Estados Unidos es también miembro del Grupo Consultivo para la
Investigación Agrícola Internacional (
http://www.cgiar.org/languages/lang-spanish.html ) (CGIAR), que apoya 15
centros de investigación en todo el mundo.
Próximamente se publicará un periódico electrónico eJournal sobre los
esfuerzos de Estados Unidos en la lucha mundial contra la malnutrición y el
hambre.
(El Servicio Noticioso desde Washington es un producto de la Oficina de
Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de
Estados Unidos. Sitio en la Web:
http://usinfo.state.gov/esp)