Llevaba tiempo escuchando hablar de él, y la verdad sentía bastante curiosidad. Ayer me invitaron a cenar a un sitio, donde realmente disfruté. Aparte de por lo que siempre digo, la compañía fabulosa, lo fue también por el servicio, lo diferente de la carta, la variedad de vinos y en general la calidad en su conjunto: Copas adecuadas, educación óptima, vino atemperado e información adecuada sobre su amplia carta. El sitio elegido "Viavélez" , en Madrid en la avenida General Perón.
Sin embargo, no es del local de lo que pensaba comentaos o al menos no es únicamente sobre lo que quería hablar, sino que también quería hacerlo sobre el vino que me tomé como primera opción, "El hombre bala" . Un vino del que en el último año, he escuchado muchos comentarios, alguno positivos, alguno negativos.
Normalmente, cuando me hablan de un vino, no quiero que me faciliten mucha información, para de estar forma, no estar demasiado sugestionado a la hora de probarlo. Y esta vez, no ha sido diferente, no sabía más que el vino procedía de la D.O. Vinos de Madrid y que estaba elaborado con Garnacha…mentira, sabía algo más, sabía que Quim Vila, tenía algo que ver con el asunto y también que el comando G, estaba detrás de todo…parece que hable en código, pero no. Quim Vila es uno de los mayores distribuidores de vino de España, la Vilaviniteca. Y el Comando G, lo forman tres enólogos de reconocido prestigio, que se dedican a hacer vino muy particulares cuanto menos.
Pedí el vino, en este sitio que os comento, donde lo tenían a la entrada del local, muy vistoso y la verdad con esa etiqueta, era difícil no mirarlo, un marketing muy elaborado. Al pedirlo, imaginé, estando en lo cierto, que pondrían el vino fresco, ya que hacía un calorcito considerable a pesar de ser más de las diez de la noche. El vino presentaba una capa muy baja, lo que en principio, al tratarse de una garnacha, no era de extrañar. Color fresa con ribete del mismo color, pero con una apariencia de rosado prácticamente, cosa que inicialmente no me gustó demasiado, cada uno tiene sus preferencias… Sin embargo, al llevármelo a la nariz, me sorprendió mucho, ya que al mismo tiempo, me aparecieron los característicos aromas esperados en una garnacha de ese color, mucha fruta roja, casi piruleta, y al unísono aromas de madera muy agradables. Inicialmente muy sencillos, vainilla, cedro…sin embargo, se tornaban complejos y algo confusos, apareciendo a tiempos aromas similares a los de oxidación. Al airear un poco la copa fue ganando acentuándose mucho los aromas de frutillos rojos así como los lácticos que estaban también presentes recordándome al típico yogurt de frutas del bosque, con esa omnipresente madera tostada, torrefactada.
En boca, ácido, pero agradable, al menos para mi gusto, ya que le di a probar a mi acompañante, quien lo tildó de astringente, cosa que cada vez me resulta más difícil apreciar y más aún en una garnacha…a mi particularmente, de hecho, me daba especialmente sensaciones dulzonas producidas por el alcohol y por las notas de la madera…
En definitiva me gusto más de lo esperado, ya que a pesar de que se habla mucho de él, me habían caído críticas de una buen amigo a quien no le gusto. Mi puntuación como vino es bastante agradable, complejo y sorprendente. Una buena garnacha de Madrid, a la que el precio sin embargo, no termina de acompañar, al menos por ahora que los vinos de Madrid, se están abriendo hueco, más adelante seguro que sí.
¡Mis felicitaciones!
¡Salud-os!