Lejos de bajar, el precio del maíz, con el que se elabora la tortilla, podría incrementarse durante el siguiente semestre más que ahora. (Cuartoscuro) Lejos de bajar, el precio del maíz podría incrementarse debido a la creciente demanda del grano que reporta Estados Unidos para la fabricación de biocombustibles, advierte Consultores Internacionales MEXICO, D.F., 13 de enero (LA JORNADA).- Lejos de bajar, el precio del maíz podría incrementarse durante el siguiente semestre en un 5 por ciento en el mercado mundial respecto al que se registra actualmente, debido a la creciente demanda del grano que reporta Estados Unidos para la fabricación de biocombustibles, advirtió Consultores Internacionales (CI). La firma pronosticó que los precios del maíz se mantendrán "sumamente fortalecidos" en 2007, por lo menos hasta mayo, cuando el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos divulgue las primeras previsiones sobre la cosecha 2007-2008: "los precios futuros del maíz a julio indican un aumento cercano a 5 por ciento respecto de los precios actuales. La probabilidad de recuperación de existencia no es alta de mantenerse la fuerte demanda del grano". Esta tendencia provocó que 2006 se convirtiera en el segundo año consecutivo en el que la demanda superó la producción total de maíz en el mundo, al grado de que el nivel de las reservas internacionales del producto cayó al nivel más bajo de la última década pues sólo se ubicó en un 12 por ciento, indicó CI a partir de informes del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Por esa demanda, en tan sólo un año el precio internacional del maíz amarillo se incrementó 50 por ciento en Estados Unidos ya que en noviembre de 2006 llegó a cotizarse en 150 dólares por tonelada cuando un año antes la misma cantidad se vendía en 98 dólares. La consultoría ponderó que otro factor que ha alterado el mercado mundial del maíz y sus precios es la decisión asumida desde noviembre pasado por el gobierno de Argentina, considerado como el segundo exportador más importante del mundo sólo superado por Estados, de suspender transitoriamente sus ventas al exterior. El mercado mundial del maíz también se ha "reanimado" porque China cada vez demanda más toneladas para destinarla a la producción de carne puesto que además de su reciente explotación para la fabricación de bionergéticos, el maíz "se ha convertido en un polifacético producto industrial del que se obtienen alcoholes, fructuosas, forrajes, almidones, polímeros, entre otros artículos". Si bien a la fecha predomina todavía la utilización del maíz como alimento humano y otros fines tradicionales, una quinta parte de toda la producción del grano en Estados Unidos ya se destina a la fabricación de etanol. "Actualmente existen 97 refinerías de etanol en Estados Unidos, con una producción estimada de 19 mil millones de litros en 2006; lo anterior consume casi 20 millones de toneladas de maíz, es decir, el 20 por ciento de la demanda interna del grano en ese país", explicó Consultores Internacionales en su comentario semanal. Pero la demanda seguirá a la alza porque ya se construyen 40 plantas más de etanol en Estados Unidos para producir 30 mil millones de litros, lo que implica que esta nueva industria requerirá una tonelada adicional de maíz por cada dos que ya utiliza. La consultoría insistió en que, a través de la agroindustria y aprovechando la Ley para el Desarrollo y Promoción de los Bionergéticos, México "no debe quedarse atrás" en las nuevas tecnologías que utilizan el maíz, la caña de azúcar y otros productos básicos para producir energías renovables. El agotamiento de las fuentes de energía fósil, como es el petróleo, han impulsado el desarrollo de la bionergía, que además de utilizar insumos renovables, resultan menos contaminantes. El etanol, por ejemplo, puede ser utilizado como combustible solo para los automóviles o como añadido a la gasolina, pero también se usa para la generación de electricidad como lo demuestra el hecho de que el por ciento de la capacidad mundial fue producida en 2005 con este bionergético. "La inversión mundial en energía renovable muestra una tasa de crecimiento promedio anual de 16 por ciento en los últimos diez años, muy por encima de las tasas que muestran las tecnologías tradicionales", detalló CI en su análisis sobre el maíz y la bionergética. Asimismo, las organizaciones de productores no entregaron un cheque en blanco al gobierno federal y para aceptar el aumento en el cupo de importación del maíz exigieron el cumplimiento de una serie de acciones que impulsen la producción nacional del grano, entre otras, recuperar las áreas de riego subutilizadas y fomentar la agricultura por contrato. Este último daría certidumbre a los campesinos sobre el destino y precio costo de sus cosechas. En tanto, Alejandro Espinosa Calderón, investigador nacional y miembro del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), aseguró que el problema de fondo en la crisis de la tortilla está en que la capacidad instalada de producción de maíz en México no ha sido estimulada correctamente, a pesar de que cuenta con las condiciones para prácticamente duplicar el volumen de la cosecha del grano y situarla en 40 millones de toneladas por año. Resaltó que "de un plumazo" las fuerzas del mercado y los precios internacionales han puesto en evidencia que México depende del exterior para alimentar a su población, a pesar de que las autoridades aseguren que el país es autosuficiente. Y es que, dijo, la infraestructura y los elementos con que cuenta el país para producir más maíz están erosionados, debido a que, como nunca en la historia, durante el sexenio pasado se desestimuló el cultivo del grano. De hecho, agregó, la crisis no es más grande gracias al incremento de superficie y elevada productividad de Sinaloa. En Veracruz, el Consejo de Productores de Maíz y la Unión Estatal de Productores de Maíz repudiaron las medidas dadas a conocer por el gobierno de Felipe Calderón para enfrentar la escalada de precios del maíz y la tortilla. Señalaron que abrir las fronteras a la importación masiva de maíz golpeará directamente a cientos de miles de agricultores. Los dirigentes de estas agrupaciones, Araceli Pérez y Pedro Ramos, respectivamente, acusaron que la especulación en el precio de la tortilla podría ser una estrategia provocada para justificar la elevación de importaciones y beneficiar a los extranjeros, dueños de las grandes empresas procesadoras de maíz y comercializadoras de harina. "No es posible que el presidente Calderón este pensando traer maíz del último rincón del mundo y al mismo tiempo, hablar de la reactivación del campo". Es incongruente porque las compras en el extranjero le pegarán precisamente al campo, señaló Araceli Pérez. Por su parte, Pedro Ramos recordó que anualmente se importan entre 8 y 10 millones de toneladas de maíz, principalmente de los Estados Unidos, y los nuevos cupos no frenarán la especulación en el precio sino que deprimirán la cotización del grano nacional. El líder campesino se pronunció porque además del subsidio a la tortilla por un plazo determinado, también se castigue judicialmente a quienes acaparan y especulan con el grano y la harina de maíz. El pasado viernes, el gobierno de la República anunció que para frenar la especulación y el alza en el precio de la tortilla, aumentará el cupo de importación a 650 mil toneladas de maíz libres de aranceles, de las que 450 mil provendrán de Estados Unidos y el resto, de cualquier parte del mundo. Para ello, acordó con organizaciones de productores realizar diversas acciones para sustituir importaciones. Entre ellas, impulsar la reconversión de maíz blanco a maíz amarillo para uso industrial y pecuario, con una meta de un millón y medio de hectáreas del amarillo. Ello implica que los productores reciban apoyos para la conversión productiva y en la aplicación del esquema de agricultura por contrato. Rangel Espinoza, presidente del Frente Nacional para la Defensa del Campo Mexicano, afirmó que estarán detrás de la Secretaría de Agricultura para asegurarse de que el gobierno calderonista cumplirá sus compromisos. Los productores también plantearon la necesidad de abatir la deficiencia en el manejo de la cosecha y poscosecha, pues se estima que la pérdida es de 35 por ciento de los granos en la trilla, transporte, almacenamiento, mermas y pérdidas por roedores, plagas y hongos. De reducirse este problema a la mitad se dispondría de más de 2.6 millones de toneladas adicionales de maíz. Con el aumento en las hectáreas de cultivo, ahora subutilizadas, también aumentaría la producción en por lo menos cinco millones de toneladas. Otros 8 millones de toneladas se podrían lograr con la ampliación de los campos de cultivos en el sur-sureste de la República y con 150 mil hectáreas de Sinaloa. La propuesta de los agricultores incluye la utilización de materiales genéticos mejorados que induzcan el uso de híbridos y variedades de alta productividad. |