Por invitación de la Asociación de Productores de Granos del Norte (Prograno) y las sociedades rurales de Tucumán y Salta, la Fundación Producir Conservando presentó en la ciudad de Salta el informe "La Agricultura Argentina al 2015", de autoría del ingeniero Gustavo Oliverio y el licenciado Gustavo López. En la oportunidad se presentó también el estudio "El Aporte Tributario de la Cadena Agroindustrial (CAI)", fruto de un convenio entre la Fundación Producir Conservando y la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata. Esta nota pretende reflejar los principales conceptos de estos dos extensos trabajos que revelan el importante presente y promisorio futuro de la agricultura en la Argentina.
"La Agricultura Argentina al 2015"
El crecimiento en el área sembrada, cosechada, rendimientos unitarios y producción de granos en Argentina, es permanente desde mediados del siglo anterior, aunque se acelera en forma significativa en la presente década. Con algo más de 30 millones de hectáreas ocupadas la producción conjunta de cereales y oleaginosas, en la actualidad, supera el umbral de los 90 millones de toneladas. En la canasta productiva actual, siguen primando las semillas oleaginosas, lideradas por la soja, quienes aportan en conjunto el 64% del área sembrada total, y el 54% de la producción del complejo granario argentino.
Tendencias Mundiales
En los últimos ciclos se observa un cambio de tendencias en el mercado de granos y semillas oleaginosas, y por ende en las cotizaciones de estos commodities y sus derivados. El dinamismo de la demanda, a partir del crecimiento económico mundial (particularmente del sudeste asiático) sumado a los nuevos usos de las materias primas (obtención de etanol y biocombustibles), permite asistir a un nuevo escenario de demanda y precios. Los consumos, creciendo por encima de la producción, se traducen en niveles de stocks de los más reducidos de las últimas dos décadas. Ello está llevando a cambios significativos en la estructura de producción de los principales oferentes, con el probable estancamiento de las semillas oleaginosas como consecuencia de una fuerte expansión de los granos forrajeros, particularmente de maíz.
Proyecciones de producción de granos
Continuando con los trabajos iniciados en 2002, donde la Fundación Producir Conservando estimó la producción total de granos hacia fines de esta década en 100 millones de toneladas, actualizada posteriormente en el año 2005 con un nuevo horizonte a mediados del próximo decenio en 115 millones basado en la necesidad de establecer un régimen de rotación de cultivos para conservar los recursos naturales; y en virtud de los manifiestos cambios registrados a nivel mundial, se decidió revisar las mismas, considerando las nuevas tendencias descriptas. Ello significó un cambio profundo en la metodología de análisis a fin de contemplar dichos cambios. Al nuevo esquema de incentivo hacia las producciones de granos forrajeros, como producto del incremento en la demanda de estos por sus nuevos usos alternativos (etanol), se sumaron los aspectos relacionados a la sustentabilidad del sistema productivo, que llevaron a redefinir las pautas básicas de estas proyecciones.
Proyección de producción al 2015/16
En función a las pautas citadas se ajusto la anterior proyección con un nuevo horizonte al 2015/16, asumiendo las siguientes hipótesis:
Hipótesis 1: Al promedio del trienio 2003/04 -2005/06 de área y rendimientos, se aplicó la Tasa Anual de Crecimiento (T.A.C.) de la última década, para el decenio proyectado (2015/16).
Hipótesis 2: Al promedio del trienio citado de área, se aplicó la T.A.C. del último quinquenio, en tanto que para rendimientos se respetó la T.A.C. de la década (mayor representatividad por cambios tecnológicos) ambas para el decenio proyectado (2015/16). T.A.C. del último quinquenio con la salvedad de ajustar los resultados a nivel zonal de acuerdo a una relación oleaginosos/cereales 2.5:1, a fin de contemplar las necesidades de rotación de los cultivos, y poniendo mayor énfasis en la alta rentabilidad de estos últimos. Para los rendimientos al promedio del trienio citado, se aplicó la T.A.C. de la década (mayor representatividad por cambios tecnológicos). En ambos casos dichas tasas se aplicaron para el decenio proyectado. Hipótesis 4: En el mismo marco de la hipótesis anterior, sólo se modificó el tratamiento de los rendimientos. Se tomó el promedio de rendimientos del trienio del país y se aplicó a todos los partidos/departamentos que en la proyección estuviesen por debajo del mismo. Esta definición se basa en la posibilidad de crecimiento tecnológico que presentan los cultivos, equiparando las zonas marginales, a las de mayor productividad, hacia fines mediados de la próxima década.
Limitantes para el crecimiento del sector
En los informes anteriores se señalaba que, para crecer al ritmo descripto, se interponían con una serie de limitantes: Exógenas a) Desarrollo de la Economía Mundial y Regional b) Subsidios y Proteccionismo Endógenas a) Marco jurídico y estabilidad del sistema b) Sistema financiero y crediticio sólido c) Sistema fiscal con reglas claras d) Infraestructura acorde con la producción i) Acondicionamiento y Almacenaje ii) Transporte iii) Capacidad de procesamiento. iv) Puertos y Logística e) Sustentabilidad-Sistema de Producción f) Instrumentos de Política Comercial (Mercado de Futuros, Warrants, prefinanciaciones etc.)
Limitantes del Sistema
Las limitantes del sistema, desde el punto de vista logístico, son resumidas por el estudio en las siguientes: Capacidad de Almacenamiento: La capacidad instalada de almacenamiento de granos en Argentina en el 2006 se estimaba en torno a las 66.2 millones de toneladas, es decir con una relación almacenamiento/producción de 0.71 para el trienio 2004/2006. Si se incorporan los "silos bolsa" el total alcanzaría las 95 mill/ton es decir con una nueva relación de 1.2 o bien 1.01 si se considera la última producción récord (93.5 mill/ton 2006/07). Si bien este indicador es estático y dependerá la eficiencia del sistema, y el grado de rotación de las plantas, se observan deficiencias zonales que deben contemplarse, las cuales se agudizarán ante cosechas futuras como las citadas. Al mismo tiempo, existen una serie de depósitos que son de uso específico (molineros, aceiteros, seleccionadores etc.) que limitan aún mas las disponibilidades, sumadas a los puertos de embarques que son instalaciones de transferencia de mercadería. Transporte: Evidentemente es uno de los "cuellos de botella" más importante del sistema. El parque automotor de cargas es limitado, y necesita renovación de unidades. En los llamados "picos" de salida de cosecha, considerando los acarreos (chacra-acopio) y fletes (acopio-destino final) se constituye como una de las principales limitantes. El estado de la red vial se puede definir como buena en sólo el 44% del total (1997). En ese marco debe revitalizarse el uso intensivo del FF.CC. para distancias más largas. Capacidad de Procesamiento Industrial: A pesar de la reciente incorporación de un significativo número de plantas de molienda de semillas oleaginosas (50 mill/año, de capacidad instalada conjunta para girasol-soja), se estima que para procesar los niveles estimados será necesario incorporar facilidades adicionales a las existentes. Ello se acentúa con la llegada de mercadería proveniente de la región (Paraguay/Bolivia y Brasil) que por motivos inherentes a una mayor eficiencia se canalizan hacia las plantas locales. Capacidad y Logística Portuaria: Al igual que en el apartado anterior, la inauguración de nuevas terminales portuarias, sumado a los anuncios de varias empresas, orientados a la ampliación y/o construcción de nuevas facilidades, permiten suponer que estas si bien no son limitante al normal desarrollo de los embarques de materia prima y productos elaborados en la actualidad, es factible que tengan que ser ampliadas en virtud del crecimiento de la oferta.
Sustentabilidad El concepto de sustentabilidad sobre el que se realizó el trabajo entiende que debe ser: Rentable para el agricultor e industrias asociadas. Contribuir a mejorar la calidad de vida de las poblaciones rurales. Fortalecer las estrategias de desarrollo del país. Mantener la integridad de los recursos naturales.
Conclusiones § Es claro que la Argentina puede continuar creciendo en área agrícola y en producción en los próximos años. § Partiendo de las 29.2 millones de has sembradas promedio del trienio 03-04/05-06 la superficie crecería a casi 37,3 millones de Has sembradas en el 2015/16 lo que implica un incremento del 27%. § Estas hipótesis de crecimiento de área están todavía lejos de las potenciales 60 millones de hectáreas consideradas por el INTA como de aptitud agrícola y agrícola/ganaderas en rotación. § La producción agrícola total podría pasar de 77.4 millones de tn del período citado, a 122 millones de tn. Hacia fines de la década considerada. Esto es un crecimiento respecto al período comprendido del 58%. En cuanto al valor bruto promedio de la producción, esto implica pasar de 14.000 millones de dólares en los ciclos 2004-06 a 24.000 millones de dólares (+71%) en el 2015/16, en tanto que en las exportaciones del complejo granario de 12.200 millones de dólares se superarían los 21.000 millones de dólares (+72%). Estas cifras aumentan significativamente agregando valor a una mayor parte de los granos producidos. § Desde el punto de vista de infraestructura para los 122 millones de toneladas potenciales, estamos muy lejos de los mínimos requeridos, en virtud de ello habrá que asumir en los próximos años mayores costos de comercialización que los actualmente considerados, (por ejemplo en almacenaje, transporte etc.). La Sustentabilidad del Sistema de Producción tiene su base fundamental en la Rotación de cultivos, la Siembra Directa y la Fertilización racional de los mismos. § En cuanto a fertilizantes, deberemos prepararnos para un consumo superior a los 5 millones de toneladas estimadas para una cosecha oportunamente estimada en 100 millones de toneladas. Evidentemente la incorporación de tecnología y el uso más intensivo de insumos será la clave para alcanzar y estabilizar los rendimientos unitarios medios estimados, en un marco de alta utilización de áreas.
La Cadena Agroindustrial y su aporte
El aporte tributario de la CAI que se genera en forma directa e indirecta a partir de su producción, representó el 38,4% del total de los recursos del sector público argentino en 1997 y 44% en 2005. El máximo aporte de la CAI se registró en 2002 con el 50,1% de los recursos totales, que luego disminuyó hasta el 44% debido al crecimiento de los aportes del resto de la economía. El aporte tributario de la CAI, en términos de los recursos totales del sector público argentino, tuvo una tendencia creciente desde 1997 a 2005. Entre esos años se incrementó 14,8%. Por cada 100 pesos de valor agregado de la CAI se generan directa e indirectamente 102,4 pesos de recursos para el sector público. El producto bruto de la Cadena Agroindustrial (CAI) en la Argentina representó entre 1997 y el 2001 el 14,5% del Producto Bruto Interno (PIB) total. En 2003 alcanzó su máximo valor (20,2%) y en el 2005 llegó al 18,5%. Entre 1997 y 2005 la participación del PIB de la CAI, dentro del PIB total del país creció significativamente (27,5%) pasando del 14,5% en 1997 al 18,5% en 2005. El aporte tributario total de la CAI (sin computar el subsidio al consumo interno debido a los derechos de exportación) en relación al PIB total aumentó un 52% entre 1997 y 2005. En 1997 representó el 8,1% del PIB y en 2005 el 12,3% del PIB. Tomando como base el año 2002, en el 2005 el aporte tributario de la CAI, sin computar el subsidio al consumo final de bienes gravados con retenciones a las exportaciones, expresado como porcentaje del valor agregado de la CAI, aumentó un 24,6%. Incluyendo el subsidio al consumo final interno el aumento fue de 36,2%. Sin computar la recaudación tributaria y el subsidio al consumo final interno debido a las retenciones sobre las exportaciones, el aporte tributario de la CAI pasó de 45.200 millones de pesos en 1997 a 59.200 millones de pesos en el 2005 (valores constantes de 2005) con un incremento del 29%. Entre esos años, el valor bruto de producción (VBP) de la CAI creció 34,7% y el valor agregado 14%. En 1997 las seis cadenas más importantes representaban el 41% de los recursos tributarios que aporta la CAI, en 2005 ese aporte representó el 50%. Las seis cadenas son: o Cultivo de Cereales, Oleaginosas y Forrajeras o Matanza de animales, conservación y procesamiento de carnes o Productos del tabaco o Productos lácteos o Aceites y subproductos oleaginosos. o Cría de Ganado, producción de leche, lana y pelos. El cociente entre el aporte tributario directo y el valor agregado muestra que la presión tributaria sobre las seis principales actividades es mayor que la del resto de la CAI. Las seis cadenas más importantes generaron, en forma directa e indirecta, el 22% de los recursos tributarios totales del sector público en 2005. Las seis cadenas principales representaron en 2005 el 43,4% del valor agregado y el 48% del valor bruto de producción de toda la CAI. Las dos cadenas que registran el mayor incremento de su aporte tributario total entre 1997 y 2005 son Cultivo de Cereales, Oleaginosas y Forrajeras y Aceites y Subproductos Oleaginosos La primera de estas cadenas pasó de representar el 6,2% del aporte tributario total de la CAI en 1997 al 13% en 2005. La cadena de los Oleaginosos pasó del 2,3% en 1997 al 6% en el 2005. Matanza de Animales, Conservación y Procesamiento de Carnes pasó del 10% en 1997 al 11,5% en el 2005. Cría de ganado, Producción de Leche, lana y pelos, creció del 5,4al 6%.
Fernando Fortuny, presidente de Prograno
Todos los expositores del seminario hicieron un enorme aporte de información. Por un lado pudimos tener conciencia del aporte impositivo del NOA, donde los productores de Salta estamos incluidos al tener impuestos distorsivos como las retenciones a las exportaciones y el impuesto a los débitos, que son impuestos que gravan el bruto de la producción puesta en los puertos. Porcentualmente nuestro aporte, al estar alejado de los puertos, es mayor que cualquier zona productiva del país. Es realmente importante este trabajo de la Universidad Nacional de la Plata porque pone de manifiesto la magnitud del aporte. Creo que es importante que la población en general esté consciente de estos números. Por otro lado escuchamos el trabajo sobre la proyección de la Argentina al 2015, donde se muestra la participación potencial que tiene el NOA y es un incentivo grande para todos los productores y al mismo tiempo es un llamado de atención para las autoridades responsables de hacer las obras de infraestructura nacionales. Me refiero particularmente al ferrocarril, porque para transportar una producción potencial como la que estamos mostrando, vamos a necesitar no solo reflotar el Belgrano, sino también mejorar toda la infraestructura en general, lo que significa un desafío para todos. Para nosotros fueron muy importantes estas dos exposiciones porque nos fijan un horizonte y nos marcan una realidad que creo que es útil que todo el mundo la conozca.
Víctor Pereyra, presidente de la Sociedad Rural de Tucumán
Queda demostrado que cuando se hace un trabajo empírico de este tipo, se llega a conclusiones que brindan elementos para poder discutir bien y con sustento la posición y problemática del sector. Un desagregado como el que aporta el estudio sobre el aporte de la cadena agroindustrial al fisco sirve para demostrar y dejar fuera de discusión el gran aporte que realiza el sector. A partir de estos números podemos llegar a discutir de qué manera podemos hablar de bajar retenciones, de ver cuáles son las propuestas que se están haciendo e incluso ir a una reingeniería financiera global, porque sino esto no tiene solución. Esto no sólo lo tiene que saber el funcionario, sino también el ciudadano común. Tenemos que demostrar lo que significa el campo para la economía argentina; de esta manera un funcionario no podría denostar desde un micrófono al sector, con argumentos tales como que el campo es evasor o que el sector le mete la mano en el bolsillo a la gente.
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