Sábado, 02 de Diciembre de 2006
Economía y Negocios, El Mercurio
Eduardo Olivares C.
Cada cartera elabora una propuesta propia. Hacienda se centra en seguro de cesantía; Trabajo, en la negociación colectiva. Tras los efectos del discurso de Velasco en Enade, Andrade optó por gestionar un respaldo político a su agenda.
Dos cuadras separan las sedes de los ministerios de Hacienda y del Trabajo. Pero la escasa distancia no se nota: los teléfonos parecen cortados, los equipos de sus titulares -Andrés Velasco y Osvaldo Andrade, respectivamente- funcionan con resquemores, y como corolario, cada cual está elaborando su propia agenda en materia laboral.
"Esto parece una guerra civil y el ganador, hasta ahora, parece ser Velasco, porque tiene de su lado a la Presidenta", cuenta un actor con llegada a La Moneda.
Mientras Trabajo elabora una propuesta concentrada en el área de negociación colectiva, Hacienda prepara un informe paralelo enfocado al seguro de cesantía, a modelos para modernizar el acceso al mercado laboral y descartan que haya ideas de "flexibilidad". "Muchos temas debemos compartirlos, porque trabajamos para el mismo gobierno. Pero las parcelas están separadas", dice un integrante de uno de los equipos.
Cercanos al ministro del Trabajo, además, subrayan que la Presidenta radicó en esa entidad cualquier definición en materia laboral. Y el propio Andrade lo remarcó así. "En el programa de empleo que la Presidenta le ha encargado a este ministerio, la flexibilidad laboral no está considerada", dijo ayer.
¿Sorpresa?
El quiebre se explicitó el martes, cuando Velasco comentó al empresariado de Enade que esa misma noche viajaría a Copenhague a conocer el modelo laboral danés. No mencionó que el modelo se llama "flexiguridad", pero privados, parlamentarios y sindicatos lo tomaron como un paso hacia la flexibilidad laboral. Consciente de eso, Velasco ha reiterado que el interés es estudiar -y no imitar- ese caso, en especial el seguro de desempleo.
Hasta el lunes en la tarde, comenta un personero que habla con Andrade, este ministro conocía una versión del powerpoint que presentaría Velasco en Enade, y fue sorprendido con el discurso final. En el entorno del titular de Hacienda retrucan que "Andrade sabía que esto venía, desde el minuto mismo en que Velasco lo invitó al viaje a Dinamarca, y por razones familiares (su esposa está enferma) no pudo viajar".
Velasco y Andrade han declarado que no existe conflicto entre ambos, y que incluso el modelo danés sería revisado en conjunto. La prueba de ello, se argumenta, está en que en la delegación de Velasco viajó el asesor legislativo de Trabajo, Cristián Pumarino.
La apuesta
A diferencia de Velasco, que aparece blindado por Bachelet, Andrade quedó debilitado tras su fallida intención de ingresar a La Moneda en el ajuste ministerial de julio. "Después de eso, el Ministerio del Trabajo perdió su orientación", afirma un personero del PS, con cuyo presidente, Camilo Escalona, Andrade entró en conflicto hace meses.
La apuesta de este ministro está en su muñeca política. "Con Camilo se están abuenando", dice un PS. Y ayer recibió al presidente del PPD, Sergio Bitar. "La discusión entre seguridad y flexibilidad es indispensable, pero el déficit de Chile hoy es la seguridad de los trabajadores", lanzó el dirigente a la salida de la cita.
A eso se agrega la buena sintonía entre Andrade y el titular de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez (ver recuadro superior).
"Velasco cometió un error al enunciar el caso danés. Su falta de experiencia política le jugó una mala pasada", analiza un dirigente afín a Andrade.
Según cercanos a éste, a Velasco podría ocurrirle lo que a Carlos Ominami en su propuesta sobre modificar las indemnizaciones laborales: "Tenía una muy buena propuesta, pero quedó sin piso político. Y esto es lo que vale".
El papel de Arturo Martínez
Un apoyo fundamental de Osvaldo Andrade lo tiene en el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez, quien está decidido a sepultar cualquier atisbo de estudio del modelo danés, y ayer lo demostró en una carta que envió a Hacienda. Martínez (PS) tiene mucho que decir, pues La Moneda lo ha consagrado como un importante interlocutor en materia sindical. De hecho, ya tiene agendada una reunión con la Presidenta Michelle Bachelet para la próxima semana.
En el entorno de Martínez plantean que está molesto con Andrés Velasco, porque fue el dirigente sindical quien propició el acuerdo de reajuste salarial con los gremios del sector público y, por tanto, esperaba "otra actitud del ministro".
Los 4 roces Velasco-Andrade
Ley de Subcontratación: recién iniciado el Gobierno, Osvaldo Andrade utilizó su "expertise" político e impuso su visión más dura al proyecto, pese a que Andrés Velasco prefería un diseño menos invasivo hacia las empresas.
Reforma Previsional: pese a que el comité interministerial lo preside Andrade, Velasco ha definido los criterios más técnicos, y notificó que el financiamiento sólo era de su dominio.
Reajuste Salarial: al inicio de las conversaciones, Andrade y Velasco apuntaron a una estrategia distinta de negociación con el sector público. Pese a que Velasco puso los números, el manejo "político" lo concentró Andrade.
Reforma Laboral: el ministro de Hacienda tomó las riendas de una materia que Trabajo considera de su dominio.
Saludos Rodrigo Gonzalez Fernández
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