Los especialistas del sector coinciden. Destacan, en general, el valor económico de la cadena agroindustrial de la carne bovina para los países del Mercosur y el gran potencial que tiene este sector para aumentar la producción de carnes en forma sustentable, contribuyendo, positivamente, al bienestar de sus ciudadanos y al desarrollo de la región. Carlos Hermida y Héctor Salamanco, miembros del Foro Mercosur de la Carne (FMC), son unos de los que más enfáticamente sostienen esta posición. Es que para los especialistas, el Mercosur (integrado por la Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile) es una cuenca de 250 a 260 millones de cabezas de ganado bovino y, a futuro, uno de los privilegiados proveedores de los mercados mundiales. "Y cuando yo digo mercado mundial, me refiero a los que pagan los mejores precios, como Japón, Corea, los Estados Unidos, Canadá y México, entre los más destacados; el no estar en esos lugares condena a los países del Mercosur a obtener por un mismo producto de calidad nutricional equivalente un precio sensiblemente menor", sostuvo Salamanco. Pero queda claro que nada es sencillo en ese sentido. Para que esto pueda suceder, la región deberá cumplir rigurosamente con algunos deberes: uno de ellos es la erradicación de la fiebre aftosa y, el otro, sumamente ligado con este tema, es el relacionado con la necesidad de superar la baja calidad institucional en la región.
Gustavo Hardt, prosecretario de Carbap y referente de la Mesa de Ganados y Carnes de la entidad, también dio su opinión. Para él, potencialmente, el Mercosur es el reservorio más desarrollado técnicamente como productor de carne en el mundo. Existen otras áreas del planeta que son potencialmente enormes productores, pero que están cero desarrolladas. Estas son, Africa y parte de Oriente.
Entonces, para Hardt, si funcionara realmente como debería ser legalmente, con un status sanitario igual para todos y que se cumpliera como corresponde, y no hubiera absolutamente ninguna duda sobre nada, el área territorial del Mercosur sería potencialmente el mayor proveedor de proteína roja del mundo, "pero no puedo dejar de hacer notar que hay algunos candidatos que pretenden ingresar por la fuerza y desbalancean con ese intento, la unión legal y el equilibrio sanitario que requiere el Mercosur para funcionar como tal".
Para ser más gráficos y más claros -agregó-, si hoy se juntan la Argentina, Brasil y Chile, posiblemente puedan funcionar ordenadamente, tal vez haya mucho por limar "pero somos los tres que más cerca estamos. Pero eso no es todo en el Mercosur, está Paraguay y tenemos los países aspirantes y uno de ellos es el que mundialmente hoy presenta serias dudas: Venezuela".
Por eso Hardt insiste "en que territorialmente y basado sobre un muy bien instrumentado sistema sanitario, un orden legal intachable y trabajando realmente en conjunto, el Mercosur puede llegar a ser el mayor proveedor de carne vacuna del mundo".
Pero la Argentina, además, tiene que rever con urgencia la crítica situación del sector. Si no se toman las medidas correspondientes, "la ganadería nacional está, indefectiblemente, destinada a la muerte", sentenció Hardt.
Limitantes Para Hermida y Salamanco, a pesar de haberse logrado notables progresos en el control de la fiebre aftosa, la recurrente aparición de focos en la región ha sido y es, sin dudas, una de las principales limitantes al crecimiento del sector.
En opinión de ambos, la ciencia y técnica aplicable al conocimiento de la fiebre aftosa proporcionan hoy un completo arsenal de recursos, diagnósticos y preventivos superiores a los disponibles para otras enfermedades virales.
Sobre la base de este concepto, seguidamente Salamanco se preguntó: ¿cómo es posible, entonces, que tengamos zonas de endemismo y recurrentes emergencias de brotes que ocasionan cuantiosas pérdidas económicas, de mercados y de prestigio y confiabilidad internacional, comprometiendo el crecimiento del sector?
Según el especialista, la baja calidad institucional es parte de la respuesta al interrogante. "Este es un problema sistémico en la región, y una consecuencia de la baja calidad institucional es la falta de transparencia que facilita la defensa de intereses particulares y las prácticas de corrupción en perjuicio del bienestar general".
Para Salamanco, la experiencia reciente muestra algunas decisiones de políticas que comprometen el éxito en el caso del combate de la aftosa y cuya adopción ha sido facilitada por un marco institucional permisivo: 1) ocultamiento de brotes, 2) aprobación de vacunas mediante procedimientos no transparentes, 3) falta de transparencia en los resultados de relevamientos serológicos (niveles de protección de los rodeos y de circulación viral) y 4) deficientes sistemas de registros de establecimientos ganaderos, de movimientos y de trazabilidad del ganado que entorpecen las investigaciones para determinar el origen de los focos.
Tanto Hermida como Salamanco aseguran, como consecuencia de todo lo dicho, que la experiencia internacional muestra que la solución a un problema transfronterizo y de carácter regional como es la fiebre aftosa se basa, indefectiblemente, en la adopción de una política común por los países del Mercosur.
Epidemiológicamente, no existen compartimentos estancos nacionales; por lo tanto, la erradicación de la aftosa requiere un enfoque conjunto y coordinado por parte de los Servicios de Sanidad Animal del Mercosur.
La región cuenta con los mecanismos institucionales para adoptar una política común. "Esto es una política supranacional que conlleva la cesión de soberanía en la materia y el sometimiento de los estados miembros a las resoluciones de ese ámbito supranacional", agregaron los técnicos.
La política común, como ocurre en la Unión Europea, establece obligaciones legales para las partes y su funcionamiento es auditado por un servicio también supranacional, tal como lo hace la Oficina Fitosanitaria y Veterinaria (OFV) en ese mercado.
Conclusión En resumen, el Foro Mercosur de la Carne entiende que:
1) la erradicación de la fiebre aftosa en la región es posible y resulta de valor estratégico para posicionar en el futuro al Mercosur como destacado proveedor del mercado mundial.
2) A ese fin debe fortalecerse el marco institucional, dotándolo de la transparencia necesaria para evitar la defensa de los intereses particulares en perjuicio del interés general.
3) Que se reemplace el Programa Mercosur Libre de Aftosa (PAMA), o se lo reformule dotándolo de los componentes de una política común, similar a la que tiene la Unión Europea, para garantizar la erradicación definitiva de esta enfermedad.
4) Que se haga un esfuerzo para armonizar los sistemas de información ganadera de la región, avance que contribuirá, además, a fortalecer la operatoria futura de un Mercado Común.
Para Salamanco, "saber dónde están las vacas, quién las tiene y cómo esa población migra y se mueve es muy importante porque es parte de las acciones de contención frente a la aparición de un brote. Es el stop . Es el parar. Si no se sabe dónde están los movimientos, no se controlan, no se conocen y no hay capacidad de actuar sobre los mismos, se está dando un terreno propicio para la difusión de la enfermedad". Por todo esto, es que los técnicos sostienen que la estrategia para con la aftosa consiste en una política común que armonice las decisiones en la región y que, entre las medidas a adoptar, se encuentre el inventario ganadero y el control del movimiento del mismo, que es lo que se llama trazabilidad y hay que desarrollarlo a nivel Mercosur.
Por Héctor Müller
De la Redacción de LA NACION
Fuente: Lanacion.com.ar