La sequía en Estados Unidos impacta profundamente su producción de semillas de maíz. Chile es una de las pocas opciones que tienen las transnacionales del hemisferio norte para resolver la brusca caída. Se estima que la superficie de maíz semillero llegará a las 40 mil hectáreas en 2012-2013. Existe expectación entre los productores por eventuales alzas de precios. EDUARDO MORAGA VÁSQUEZ
Estas semanas son claves. Las más importantes del año semillero. De aquí a Fiestas Patrias se van a cerrar buena parte de los contratos de siembra. Cada año es igual, las filiales locales reciben pedidos de sus matrices en Norteamérica y Europa para el próximo año agrícola y, generalmente a través de empresas externas, salen a buscar productores para cumplir con esa meta. Sin embargo, esta vez el escenario está revuelto. La sequía de Estados Unidos amenaza con una demanda récord de semillas nacionales y las expectativas de los agricultores son altas. "Chile, debido a que está en contraestación, es una de las pocas opciones que tienen las empresas semilleras del hemisferio norte para resolver una brusca caída en la producción. Sin embargo, esas compañías se han hecho las lesas. No han transmitido mucha información sobre sus necesidades", reclama Carlos Smith, agricultor de Ñuble, en la Octava Región. Lo que está en juego es bastante. A pesar de que la producción de semillas no tiene la repercusión pública de otros rubros, sólo en 2011 exportó US$ 408 millones. Con ese volumen de negocios en juego, no extraña que las conjeturas estén a la orden del día. Mientras que la mayoría de las empresas semilleras argumentan que el catastro del daño producido por la sequía requiere de un par de semanas más de análisis, los agricultores temen que sea un intento por desinflar sus expectativas de obtener contratos más caros para el año agrícola 2012-2013. La hora de Chile
Álvaro Eyzaguirre volvió a su oficina en Santiago la semana pasada. Los días anteriores viajó a EE.UU. para tener una visión directa de la demanda por semillas. Una de las paradas del gerente general de Pioneer Chile fue Iowa, en pleno cinturón maicero de ese país. Todavía recuerda el descenso del avión. "Desde la altura ya se podían ver los campos dañados. En Estados Unidos hay gran preocupación por el abastecimiento de granos", explica Eyzaguirre.
Eso sí, aunque el daño a la producción de maíz será alto, será incluso mayor en el caso de las semillas maiceras, por ser una producción más delicada. Junto a la falta de agua, que daña los rendimientos, durante la floración se registraron calores récord, de 40 grados Celsius.
"En algunas zonas se afectó tanto la emisión de polen, en cantidad y viabilidad, como la coincidencia entre las líneas hembra y macho, dejando expuestas las sedas de las plantas hembras a un riesgo de contaminación, con polen no deseado", detalla Cristián Carvallo, gerente de Tecnologías de Producción y Procesamiento para América Latina de Syngenta. Lo concreto es que la producción de semillas de maíz en Estados Unidos sufrirá un duro golpe. Sin embargo, eso no es todo, pues como la producción de granos caerá este año, los precios de los commodities se han disparado. El mercado proyecta que la superficie dedicada a ese grano en el país del norte crecerá el próximo año, por el atractivo económico que tendrá para los maiceros desde Indiana hasta Kentucky. Para enfrentar esa coyuntura, Chile cumple un rol vital. Al estar en el hemisferio sur, puede salir con su producción semillera maicera en marzo de 2013, justo a tiempo para sembrarse en el Medio Oeste de Norteamérica. Lo interesante es que no hay muchos países que puedan competir con Chile. Por ejemplo, Sudáfrica tiene costos más altos. En el caso de Argentina, la inestabilidad legal y económica ahuyenta a las semilleras internacionales. Australia tiene perennes problemas de abastecimiento de agua. Mientras tanto, Chile ofrece seguridad en el abastecimiento de semillas. Ya lleva 30 años exportando al hemisferio norte y cuenta con producción bajo riego, por lo que en todo ese tiempo nunca ha fallado en suplir la demanda externa. De hecho, de las 45 mil hectáreas de cultivos semilleros que tuvo Chile el año pasado, 30 mil hectáreas correspondieron a maíz. En 2011 las exportaciones de maíz llegaron a casi US$ 164 millones.
La pregunta del millón, o de los millones en este caso, es cuál será el volumen del negocio semillero chileno este año. En el gremio semillero, liderado por Anpros, prefieren no dar cifras oficiales, a la espera de tener más antecedentes del daño producido en Estados Unidos y de las intenciones de las empresas asociadas.
Sin embargo, varios actores relevantes del mercado afirmaron a Revista del Campo que el maíz semillero debería sumar 40.000 hectáreas para 2012-2013, un tercio más que el ejercicio anterior. Todo apunta a que se romperá el récord histórico de superficie e ingresos. Y si se mira el impacto en EE.UU., no será menor. La superficie chilena permitirá sembrar nada menos que 5 millones de hectáreas de maíz en ese país.
Donde crecer
Sin embargo, el alza también alcanza al raps. Para este año se espera que la demanda crezca 20% por los problemas climáticos de Canadá, el principal productor mundial. Eso sí, ese cultivo debería moverse más al norte. La mayoría del raps para semillas hoy se siembra en la IX Región. Sin embargo, los altos precios del aceite dispararon la superficie del raps para uso industrial; de hecho, este año se esperan 45.000 hectáreas. Por ser un cultivo que se fertiliza mediante abejas, el raps necesita una distancia más grande de separación entre semilleros e industriales que, por ejemplo, el maíz. Dependiendo de las condiciones geográficas, debería ser de 2 a 4 kilómetros de separación. Cómo este año esa separación será difícil de cumplir en La Araucanía, se espera que el Biobío reciba una importante cantidad de hectareaje de raps. Lo mismo sucederá con el maíz. Las regiones de O'Higgins y Maule tienen poco espacio para crecer, por su competencia con rubros como la fruticultura, por lo que nuevamente la opción del Biobío luce atractiva. ¿Se producirá un conflicto con otros rubros en esa zona? Eduardo de la Sotta, gerente general de Curimapu, una reproductora de semillas de la zona centro sur, cree que no.
"Más que competencia, creo se produce una sinergia con la remolacha. La producción de semillas funciona muy bien como rotación de ese cultivo y nos beneficiamos de campos con buenos suelos y excelente tecnología de riego", afirma De la Sotta. Ojo con la mano de obra
Sin embargo, el buen momento no debe hacer olvidar algunos puntos críticos para este año agrícola.
El primero de ellos es la mano de obra, que se ha vuelvo más escasa, cara y menos eficiente con el paso de los años. Una hectárea de maíz semillero requiere de 2,5 personas en el despanoje, la operación más crítica del ciclo productivo. En total, se requerirán cerca de 100 mil jornales entre mediados de diciembre y fines de enero. "La opción de usar maquinaria cada vez toma más peso", afirma Álvaro Eyzaguirre. Ello a pesar de que esa alternativa representa una merma de 10 a 15% en la producción, si se la compara con un despanoje manual impecable. Sin embargo, es casi imposible encontrar cuadrillas de trabajadores que tengan ese nivel de desempeño. Otro punto central es dar con agricultores con campos idóneos para la producción semillera. Junto a la aislación de cultivos comerciales de la misma especie, debe tener suelos de buena calidad y agua. "Encontrar esas variables juntas es muy difícil. Especialmente en un año seco como éste. Además, faltan agricultores más profesionales. Como se trata de una semilla específica, con una inversión importante en desarrollo detrás, no se puede perder por mal manejo del productor. Por eso las semilleras terminamos metiéndonos en el manejo de los campos. Los agricultores semilleros son mimados si se los compara con los de otros rubros", afirma Ivo Zanin, gerente comercial de la reproductora Pinto y Gajardo. Como se ve, las oportunidades semilleras son grandes, pero las tareas también.
EDUARDO MORAGA VÁSQUEZ EDUARDO MORAGA VÁSQUEZ.
|
No hay comentarios.:
Publicar un comentario