OGM & DIABETES
Dos formas de ver el problema ambiental estatal
Comentábamos ya en este espacio que la frecuente convocatoria de instituciones académicas y organizaciones civiles en Puebla para abordar la problemática ambiental en la entidad, es un indicador de que el rumbo de la administración estatal en este tema, es distinto a lo que la población estima como realidad.
En este contexto, durante toda la semana pasada se llevó a cabo un foro más sobre medio ambiente y recursos naturales, organizado por el Colegio de Posgraduados campus Puebla en coordinación con el Ayuntamiento de San Pedro Cholula en las instalaciones de su Casa de Cultura.
El horizonte ambiental es muy amplio y por ello es comprensible que sólo se hayan abordado cinco temas relacionados con los desafíos y oportunidades que su manejo tiene para el desarrollo de nuestra entidad federativa; estos fueron biodiversidad, cambio climático-energías alternativas, ordenamiento territorial, cultivos transgénicos e infraestructura de gestión.
En materia de biodiversidad se destacó la necesidad imperiosa de que se legisle en materia de protección la flora y fauna silvestre poblanas, pues su inventario de 6,026 especies –que significa el 15% de la biodiversidad nacional-, ratifica su jerarquía biológica, su jerarquía espacial y la importancia de sus funciones, a la par de su vulnerabilidad por falta de conocimiento y conciencia de la población. Es aquí donde se dimensiona el precio de un sistema de información ambiental que ninguna administración estatal ha desarrollado a pesar de estar obligada por determinación de ley.
En el tema de cambio climático y sus efectos adversos sobre el territorio poblano, se confirmó que estos se estiman habrán de concentrarse en ciertas regiones. Se ratificó la necesidad de generación de políticas públicas en materia de cambio climático para aspectos de adaptación y control. Desde hace un par de años que se dio a conocer el estudio elaborado por un panel de expertos para el estado de Puebla, no existen respuestas concretas por parte de la administración estatal. Nuevamente la falta de información ambiental fue citada como omisa.
Al abordarse el papel que en la planeación del desarrollo juega el ordenamiento territorial, se explicaron las consecuencias que surgen por no aplicarse. Se dijo que la problemática se genera en la relación campo-ciudad en la disputa por lo recursos: tierra, agua, superficies disponibles para las industrias y la infraestructura, límites territoriales, conectividad urbana, etc., además de las inconveniencias generadas por la contaminación de agua, suelo y aire. La demanda de respuesta del gobierno del estado se centró en proponerle que los estudios de ordenamiento territorial que hacen falta en la mayor parte de la superficie poblana, sean desarrollados a nivel municipal con la ineludible participación del capital social local, y no desde el enfoque centralista. Los costos ambientales por no planear el desarrollo con base en las potencialidades locales son ya muy altos.
Se comentó que el tema de cultivos transgénicos sigue en un debate permanente, pero que para acercarse a su comprensión, pueden establecerse tres escenarios de observación: Un escenario del potencial de beneficios o de esperanzas; otro escenario que refleja los retos y uno más constituido por las amenazas de las variedades transgénicas. Cierto es que gracias a la ingeniería genética se logrado la producción artificial de insulina desde 1982, que ha suplido las carencias de un padecimiento en constante crecimiento como es la diabetes. Otras aplicaciones exitosas se han logrado con la mejora de la eficiencia agronómica.
Entre los riesgos del manejo de OGM se mencionaron efectos en el ambiente, tales como dispersión de polen transgénico, depósito de proteínas GM al suelo, Microbios GM al aire. Como efectos en la salud humana fueron citadas las alergias y la transferencia horizontal de la resistencia a antibióticos. Como efecto en las actuales prácticas agrícolas en los países en desarrollo se encuentra el flujo de transgenes a variedades convencionales locales.
En el terreno de las amenazas que representan los OGM, se citó en primer lugar el potencial uso de la biotecnología como arma de destrucción masiva a través del bioterrorismo. En segundo lugar citó al instrumento mediante el cual se concentran los derechos de propiedad y comercialización de OGM, representado por las patentes. Hoy tan sólo 3 empresas concentran los derechos del 49% de los OGM en el mercado mundial. Esta condición condena a los países de menor desarrollo tecnológico, -México entre ellos-, a someterse a las conveniencias de las transnacionales, limitando su capacidad de desarrollo y su soberanía alimentaria.
Respecto de la presencia de transgénicos en nuestra región, se comentó que se ha detectado la presencia de transgenes en variedades nativas de maíz en dos regiones del estado de Puebla, concretamente en 3 municipios de la zona de Serdán y 13 de la Mixteca poblana.
Ante una situación que es de tan difícil control como el ingreso de OGM, se sugirió desarrollar mejores mecanismos legales para protección de las variedades de maíz criollo regional; la asignación de recursos financieros locales para investigar más y mejor en tecnología alimentaria regional; la creación de un banco regional de semillas; y la conveniencia de normar la obligación de etiquetar los productos transgénicos, para orientar a los consumidores sobre sus preferencias o decisión de compra y utilización.
Se destacó que todos nosotros deberíamos acceder a más conocimiento sobre la problemática de OGM y hacer oír nuestra voz. Las instituciones educativas pueden ayudar a arrojar algo de luz sobre el diálogo, identificando los problemas y presentando información al público sobre lo que sabemos y lo que no sabemos acerca de ellos.
Al dedicarse un tiempo para comparar las demandas de acción gubernamental con los mecanismos de respuesta de las instancias oficiales, se reiteró la urgencia de que la administración estatal alcance a ubicarse en la realidad del complejo problema ambiental poblano. Las acciones hasta hoy se encuentran más enfocadas a una visión muy corta y parcial del problema, dejando de lado aquellas que estando previstas en la ley ambiental estatal, no han sido suficientemente comprendidas o abordadas.
Con estas conclusiones se confirmaría nuestra percepción sobre la diferencia de visiones entre la administración ambiental estatal y la realidad que enfrentamos los poblanos.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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