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La Argentina, considerada como una de las regiones más propicias para la elaboración de biocombustibles por sus notables ventajas comparativas, avanzaría en esta carrera sin necesidad de esforzarse demasiado por conquistar mercados: se estima que, en dos años, todo lo producido en el país será apenas 10% de lo que demande Europa. Hacia 2008, la Argentina elaboraría 1,2 millón de toneladas en biodiesel y etanol para exportar. Y durante ese tiempo, los países desarrollados de todo el mundo estarán ocupados en empezar a reemplazar un porcentaje de las naftas de entre 5% y 15%- con biocombustibles elaborados sobre la base de aceite de soja, maíz y girasol. Europa va a necesitar 11 millones toneladas, lo que significa que nuestro país estará produciendo tan sólo 10% de lo que demandaría ese continente, explicó a infobaeprofesional.com Osvaldo Bakovich, asesor de la Secretaría de Energía. Claro que, en ese mismo tiempo, también la Argentina deberá prepararse para abastecer el mercado interno, de acuerdo con el 5% que exigirá en las naftas locales la ley 26.093 que se reglamentaría el próximo mes. El especialista estima que, para esto, serán necesarias 650 mil toneladas de biodiésel, que podrían elaborar entre 10 y 15 plantas, y 200 mil de etanol. Una marca fácilmente accesible, si se consideran el grado de avance en el que se encuentran los actuales proyectos en el país. Ayer, durante un seminario en la Sociedad Rural Argentina (SRA), el consejero agrícola de la embajada local ante la Unión Europea, Gustavo Idígoras, consideró a la exportación de biocombustibles como el segundo nuevo negocio para recomendar a los productores argentinos: No habrá manera de que, con su propia producción, Europa cumpla con el corte obligatorio de gasoil con biodiesel, opinó. Para el especialista, la lista de posibles vendedores que hoy ya evalúa la Unión europea está encabezada por Brasil, Malasia y la Argentina. Las condiciones que hoy presenta la Argentina para el biodiesel son más que promisorios, por el alto nivel de retenciones (20%) que se mantiene para la exportación de aceite de soja. Como se estima que del país sale 90% de la producción local del insumo, los propios productores descuentan el impuesto en el precio interno. Las exportaciones de biodiesel, en cambio, deben pagar impuestos del orden de 5%, pero a su vez tienen un reintegro de 2,5%. Ese diferencial resultante de 17,5% es, precisamente, lo que lo haría más competitivo. En el maíz uno de los insumos posibles del etanol-, los beneficios son similares, debido a que recibe las mismas retenciones que el aceite de soja. De acuerdo con datos del ingeniero Alejandro Albanese, del Instituto de Planeamiento Estratégico, en la Argentina se puede adquirir a 65 dólares la misma tonelada que podría adquirirse en Brasil a u$s150, o en Estados Unidos a u$s180, o en China a u$s200. Esto es lo que permitiría a nuestro país exportar etanol a base de maíz a un costo de u$s278 por m3, cuando ese producto hoy se comercializa mundialmente hasta por encima de los u$s500 el m3. En la Argentina hay, en la actualidad, unas 26 empresas que ya instalaron sus propios establecimientos en vistas a producir una cantidad no mayor a las 200 mil toneladas el próximo año. Por lo que veo en el mercado veo que vamos a tener que analizar proyectos para elegir. Faltan tres años, y los proyectos estos se montan en un año y pico, agregó el funcionario. De acuerdo con datos aportados por la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (AABH) a infobaeprofesional.com, el emprendimiento con mayores avances es el que ya pusieron en marcha en la ciudad santafesina de San Lorenzo las firmas Vicentín y Glencore (al norte de Rosario), cuya tecnología será de la alemana Lurgi, y que promete producir 200 mil toneladas anuales de biodiesel para exportar. A su vez, en esa misma ciudad se mantiene demorado otro proyecto de Repsol YPF, que prevé instalar una planta para 100.000 toneladas anuales. El Grupo Eurnekian es otra de las grandes firmas que ya metió sus pies en el plato, con tres plantas de 100 mil toneladas anuales cada una. El proyecto prevé exportar el 66,6% de su capacidad, y destinar al mercado interno el volumen restante. Lo que no se definió, aún, es el lugar en el que estarán asentadas. Según trascendió, la firma estudia la posibilidad de instalarla en Santiago del Estero, por el reintegro del 30% que en esa provincia se contempla para la inversión, en un plazo de tres a cinco años. Se sabe, también, de la incursión de Cristóbal López, de Oil M&S, en Rosario. Aunque la tecnología que implementará aún no está resuelta resta definir si serán Lurgi o De Smet-Ballestra, se propone producir 200 mil toneladas anuales con destinos en el exterior. La Aceitera General Deheza (AGD) es aún más ambiciosa, con 250 mil toneladas previstas para exportar, con el asentamiento en Puerto San Martín, cercano a San Lorenzo. Si se concretan todos estos proyectos, vamos a ser el principal exportador de biodiesel del mundo, se entusiasma el director ejecutivo de la AABH, Claudio Molina. |
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
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