El hombre que revolucionó la industria local
Solidaridad, trabajo, trasgresión industrial. Innumerables serían los calificativos para un fabricante local que innovó con una idea específica y que materializó con los años logrando expandir los límites de la capital provincial. Jorge Lluch es el único técnico pampeano especializado en la fabricación de equipos para desalinizar el agua, es decir potabilizarla, mediante la tecnología de la "Osmosis Inversa". De esta manera, el trabajador logra quitarle las impurezas al líquido incoloro que afectan su calidad y provocan, en determinadas ocasiones, diversos problemas de salud.
El industrial habló con LA ARENA sobre el desafío de crear esta maquinaria. En primer lugar, durante la entrevista periodística, relató que desde hace muchos años, los científicos sabían que si lograban revertir el complejo proceso natural que provee de agua a las células vegetales y animales para mantener la vida podrían, desde agua salobre, "obtener un agua de excelente calidad". Para el industrial santarroseño, "recién en 1958, los investigadores descubrieron el 'Acetato de celulosa', material que les permitió fabricar el primer cartucho filtrante o membrana capaz de llevar a la práctica la denominada Osmosis Inversa".
Lluch agregó que, con este material, se fabricó una especie de tela con poros microscopios que, al aplicarle la presión necesaria, se logró separar físicamente el agua pura de las sales que la acompañaban. Obteniendo, tras el paso por la membrana mencionada, agua absolutamente libre de sales (ya que las membranas retienen hasta el 99 por ciento de las sales disueltas, el 99 % de los compuestos orgánicos y más del 98 por ciento de la materia biológica y coloidal) y la otra parte de la división será de agua con toda la concentración de sales, de acuerdo con el fabricante.
Según el industrial, en la actualidad, millones de personas en el mundo consumen, de manera diaria, agua generada mediante esta tecnología. "Los barcos de altamar, para afrontar sus largas travesías, ya no tienen la necesidad de llenar sus cisternas con agua potable en los puertos sino que toman el agua del mar y la potabilizan", ejemplificó.
Mantenimiento.
Jorge nació el 16 de abril de 1953 en Santa Rosa y su padre trabajó en la agencia local de Chevrolet. De adolescente, el industrial cursó sus estudios en la Escuela Técnica local donde se recibió, y posteriormente comenzó la carrera de Ingeniería Mecánica en la facultad de Ingeniería de General Pico. Debido a la compleja situación social y política de ese momento, el estudiante determinó dejar su carrera en el cuarto año y volver a su ciudad natal para empezar de nuevo.
Hace más de 30 años, en Santa Rosa, el hombre empezó a trabajar en empresas privadas. Luego ingresó en la Administración Provincial del Agua (APA) donde realizó diversas tareas, entre ellas, reparar tableros eléctricos complejos en distintas localidades de la provincia. "Iba por toda La Pampa reparando los tableros eléctricos de las bombas", recordó.
En ese momento, y siempre de acuerdo con el relato de Jorge, existían en La Pampa tres equipos de Osmosis Inversa.
"Justamente renunció un ingeniero químico del APA y, por esta razón, me hice cargo de su tarea: el mantenimiento de esos tres equipos, ubicados en Algarrobo del Águila, Limay Mahuida y La Humada", sostuvo. Y sintetizó:" Iba a esos lugares y los reparaba por lo que, de esta manera, empecé mi relación con los equipos".
Equipos.
Para Lluch, en la escuela es muy difícil que se enseñen este tipo de tareas. "Yo fui aprendiendo de las personas que venían de Buenos Aires razón por la cual me pareció importante tener que ofrecerle al Gobierno de la provincia que acepte la idea de fabricar, por mi cuenta, los equipos de Osmosis Inversa", dijo. Y amplió: "A partir de ese momento, empecé a recoger toda la experiencia que pude y a leer todo lo referido a la creación de este tipo de equipos".
El paso del tiempo, el boca a boca, benefició a Jorge y el proyecto que concretó en el garaje de su casa, en Ayala y Juan B. Justo. "Hoy en día, entre los fabricados para los talleres de APA, los adquiridos mediante licitaciones, y los 19 que abastecen a escuelas albergues o de jornada completa, debo tener 45 equipos instalados en toda la provincia", confirmó.
La irrupción en el mercado comercial de los proveedores de agua, a través de la venta de bidones a diversos comercios o particulares, generó que Lluch formalizara legalmente su pequeña empresa ya que muchos de ellos requieren de sus servicios para reparar sus equipos. "Me siento realmente muy orgulloso al observar que hoy, en poblaciones donde una gran cantidad de personas lucen dentaduras manchadas, los niños y jóvenes tienen sus dientes normales".
Por último, el industrial generalizó que los precios de las máquinas que fabrica " nos son accesibles para la mayoría de la población" no obstante los valores bajaron respecto a los valores de hace unos 20 años.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
Diplomado en Coaching Ejecutivo ONU(
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