| biocombustibles México, 18 de agosto.- En la presente coyuntura mundial, la búsqueda de la sustitución del petróleo por biocombustibles seguirá mientras los petroprecios permanezcan altos; en especial, destaca que la producción de etanol es costeable si el precio del barril de crudo se encuentra por arriba de 50 dólares. Además, los países desarrollados están aumentando 14 por ciento en promedio anual los subsidios para la producción de biocombustibles. Asimismo, Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea elevarán los subsidios de 11 mil millones de dólares por año a 25 mil millones hacia 2015. Aunque el precio del petróleo internacional ha caído en promedio 22 por ciento desde su mayor marca histórica (147.27 dólares el pasado 11 de julio), se prevé que la cotización no bajará lo suficiente como para hacer del crudo un energético competitivo. Información de la Agencia Internacional de Energía (AIE) revela que los precios del petróleo se estabilizarán, pero no regresarán a niveles que tenían años atrás. Sin embargo, los bioenergéticos son una de las causas de las alzas en alimentos, lo que coloca al mundo ante un dilema complicado. La tendencia a una mayor producción de biocombustibles seguirá marcando presiones en los precios de los granos en los mercado mundiales, pues más de un tercio del maíz en Estados Unidos se destina a la producción de etanol, y más de la mitad de los aceites vegetales --extraídos de granos-- en la Unión Europea se utiliza para biodísel. Los mercados de futuros, en especial del maíz, muestran que los precios podrían aumentar 12 por ciento entre los contratos de septiembre de 2008 a igual mes de 2009 para bajar de 209.44 a 232.86 dólares la tonelada. En cuanto al trigo y la soya, los incrementos esperados son de 4.5 por ciento en promedio durante el periodo indicado. En el caso del azúcar, los precios podrían aumentar 13.9 por ciento en los contratos que van de octubre de 2008 a marzo de 2009, y pasar de 13.79 a 15.70 centavos de dólar por libra. Además, la AIE destaca que no todos los bioenergéticos son sustentables desde el punto de vista ambiental, y no todos son competitivos a excepción del etanol de caña de azúcar producido en Brasil. Información de la OCDE coincide en que los bioenergéticos no tienen un impacto considerable en la reducción de gases contaminantes, además resultan costosos para los países que los producen, ya que están altamente subsidiados. Tan sólo en Estados Unidos se pronostica que la producción de etanol subirá 33 por ciento este año, a más de 8 mil millones de galones, y a más de 14 mil millones para 2016. En ese mercado actualmente el subsidio del etanol es de 51 centavos de dólar por galón (3.78 litros). Si el precio internacional del petróleo continúa por arriba de los 50 dólares por barril en el futuro cercano, tal como ha sido proyectado por los especialistas, y los precios del maíz no se incrementan considerablemente, el etanol tiende a ser competitivo respecto de la gasolina. Biocombustibles en México y América Latina Ante la actual crisis energética y de alimentos, México está interesado en los biocombustibles denominados de segunda generación, los cuales no compiten con los alimentos, ya que son elaborados a partir de los residuos de las cosechas o con productos forestales que no se usan en la alimentación, como la paja, la madera, las hierbas y los árboles de rápido crecimiento. De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, dichos biocombustibles ofrecen importantes ventajas, entre las que se encuentran un mayor ahorro de energía, bajo uso del suelo, mayor potencial para reducir las emisiones de bióxido de carbono, contribuyen al desarrollo sustentable y, sobre todo, evitan la competencia con el mercado alimentario. Para enfrentar los altos precios del petróleo, América Latina está emergiendo como un productor importante de biocombustibles, y en 2007 realizó inversiones de más de 8 mil millones de dólares, principalmente para producir biodísel y etanol. Actualmente, Brasil es el líder de la región en la elaboración de biocombustibles, especialmente etanol derivado de la caña de azúcar, cuya producción en el periodo 2007-2008 ascendió a 23 mil millones de litros, y espera incrementarla 20 por ciento más para llegar a 27 mil 500 millones de litros de etanol en la temporada 2008-2009. Actualmente, Argentina, Costa Rica, Perú, República Dominicana, Guatemala, El Salvador, Paraguay, Guyana y Jamaica ya han iniciado esfuerzos para expandir el uso y la producción del etanol. Asimismo, productores de petróleo como Venezuela, Ecuador y México están emprendiendo iniciativas dirigidas a la incorporación del etanol dentro de su mezcla energética, según información del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Producción latinoamericana rivalizará con Asia La producción de biocombustibles de América Latina eventualmente podría rivalizar con la de Asia, donde China, India e Indonesia ya están entre los 10 principales productores mundiales. Se prevé que las inversiones crezcan en la medida en que más países latinoamericanos se incorporen a la producción de biocombustibles, considerando su potencial de exportación hacia la economía estadounidense, la mayor consumidora de energéticos del mundo. De hecho, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció desde el año pasado inversiones por 3 mil millones de dólares para proyectos de biocombustible, principalmente en Brasil, ya que la meta es triplicar la producción de etanol en 2020. (Con información de El Financiero/GCE/APB) | 
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