La SNA ya tiene entre sus filas a cinco de las siete organizaciones del CAS. Sólo le falta conquistar a la Sofo y Agrollanquihue, además de Fedetrigo. Hoy los invitó a un directorio ampliado. ARNALDO GUERRA MARTÍNEZ
Formalmente el motivo de la reunión es analizar el momento agrícola y conocer las inquietudes sureñas. Sin embargo, el tema de la unidad gremial, rota en 2002, obviamente copará la tabla del directorio ampliado que desarrollará hoy la SNA en la sede de la Sago, en Osorno.
Hay expectación en la zona, pues este tipo de actividad no se realizaba desde hace diez años.
En ella participarán no sólo los gremios sureños que individualmente se han incorporado a la SNA en el último tiempo, como Fedagro, Saval, Socabío, Fenare o Sago, sino que también estarán los directivos de Agrollanquihue y los líderes de lo que ha sido el principal foco de resistencia a una eventual reunificación: Sofo y, principalmente, el Consorcio Agrícola del Sur, CAS, la entidad que agrupa a todos los gremios del sur, cuyo dirigente histórico, Manuel Riesco, ahora está al frente de la Federación de Productores de Trigo. Él también fue invitado, a última hora.
A poco más de un año de terminar su segundo período podría ser ésta la ocasión en que se ratifique el triunfo de Luis Schmidt en la tarea que se autoimpuso - lograr la unión de los gremios agrícolas del país- apenas asumió en 2005 en la Sociedad Nacional de Agricultura.
"El objetivo de la ida de la SNA al sur es reconocer a una cantidad importante de instituciones gremiales que han ingresado a nuestra sociedad. Son cinco de las siete que también conforman el Consorcio Agrícola del Sur, CAS, su organización instrumental. Ellas, más otras importantes, como Fedeleche y Fedecarne, que ya son socias nuestras, representan una mayoría de las regiones del sur", señala Schmidt.
Sin embargo, niega que vaya a apurar a los que todavía están afuera de la SNA.
"No es para ir a ofrecer nada a nadie. Es para escuchar los problemas actuales, que los hay, a pesar de que el sur está viviendo una revolución por las alzas de precios internacionales, gracias a una mayor demanda por alimentos", añade.
Lo que falta por avanzar
Algunos dirigentes sureños consultados le restaron importancia a la cita."Nada va a pasar", señalaron.
Los que aún no se incorporan sienten que lo que falta para lograr la unidad completa del sur con la SNA es conseguir que todas las organizaciones entren en igualdad de condiciones, con elecciones a nivel a nacional y sin que una entidad deba asimilarse a la otra.
Es decir, ellos quieren una institución que esté compuesta por todas las organizaciones de cierto peso que componen el agro en el país.
Consultado Manuel Riesco, ex presidente del CAS, manifestó que hasta ahora no se ha producido ninguna modificación estatutaria, como habían pedido como condición.
Schmidt señala que tiene la mejor disposición y, de hecho, las nuevas organizaciones no podrían haber entrado a la SNA si no se hubiesen modificado los estatutos.
"Éste no es un tema cerrado; de hecho, para las instituciones que ya son socias nuestras estamos proponiendo modificaciones estatutarias para darles mayores cuotas de participación. Pero si alguien me dice 'tú te tienes que ir de la SNA para que nosotros ingresemos', desgraciadamente eso es inaceptable".
Primero hay que hacer la pega, enfatiza el líder de la SNA. Vale decir, hay que entrar en la institución y de ahí ver cómo se pueden perfeccionar las cosas.
"Para aquella gente que no se siente interpretada, tal como lo hicimos una vez, estamos dispuestos a volver a hacer modificaciones. Aquí hay una apertura completa por parte de la SNA, con una generosidad que no habíamos visto en el pasado, y estamos dispuestos a conversar con todos y a ofrecerles las mismas oportunidades. Pero para las modificaciones estatutarias que corresponde hacer ahora, me tengo que sentar a la mesa con mis socios", recalca Schmidt.
En tanto, el actual presidente del CAS, Fernando Serrano, prefiere mantener la calma. Su receta es ir paso a paso. Por ejemplo, por más de un año se viene actuando con una vocería conjunta.
"Todavía no es tiempo de hablar de unión total", dice.
Para el dirigente de Ñuble, éste es un proceso que tiene que madurar solo.
"Como un matrimonio a la antigua, con un buen tiempo para conocerse hasta tomar la decisión, porque no es bueno andar uniéndose y separándose a cada rato".
Según señala, el CAS tiene sus actividades propias y su individualidad, lo mismo que los agricultores del centro, y eso es bueno mantenerlo.
"Éste es un proceso natural y lento, que no hay que apresurarlo. Modificar los estatutos en la SNA tomará tiempo. El proceso va bien. Como CAS hace más de un año planteamos requisitos para la unión, que pasan por la parte estatutaria de la SNA para que nos represente a todos. En general, hemos avanzado mucho con Luis Schmidt, pero Schmidt hay uno solo y entonces hay que tener las cosas más sólidas porque después todos pasamos...", dice Serrano.
Schmidt pone de relieve que la reunión es ampliada a organizaciones no socias de la SNA.
"Tengo que hablar con la gente de la Sofo y de Agrollanquihue, porque la invitación no es excluyente para nadie. Queremos escuchar los planteamientos de todas las organizaciones importantes en el sur. Pero yo no voy con un maletín de ofertas para que ingresen... Lo dije hace dos años y medio cuando era candidato a la SNA y algunos del sur decían: 'no escuchen a este gallo que anda de candidato', y lo reitero hoy, juntos valemos bastante más que separados. Esperamos llegar a aquellos que han tardado más en recoger esos planteamientos y que creen que con personalismos van a andar mucho mejor. Hablar de más ofertas es alimentar expectativas que no están planteadas", dice.
Falta saber si después de hoy Schmidt completa su trabajo y logra encantar a Sofo y Agrollanquihue y las lleva a su redil.
Arnaldo Guerra Martínez.
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