El paraíso del vino
Las crisis siempre llegan con oportunidades. Y cuando Argentina vivía uno de sus peores momentos económicos, descubrió que buena parte del vino que estaba destinando para el consumo interno lo podía exportar, obteniendo mayores utilidades.
De esta manera, encontró una fuente de ingresos que hoy la ha convertido en el quinto productor del mundo. Carrusel fue invitada a conocer el viñedo Michel Torino, uno de los más importantes de Argentina, que produce vinos desde 1892 y está ubicado en el Valle de Calchaquíes, un espacio donde el tiempo se detiene y los visitantes alimentan sus cinco sentidos.
La vista, con unos paisajes maravillosos y con los imponentes viñedos; el tacto, con un espectacular spa en donde cualquiera se puede bañar en un jacuzzi lleno de Cabernet Sauvignon; el gusto, con la deliciosa comida argentina y los taninos del vino; el oído, con un silencio que hace que sus visitantes se suspendan en el tiempo; y el olfato, con los aromas de la vid.
La vista
Para llegar a este lugar se necesita tomar un vuelo hasta Buenos Aires, que dura 7 horas desde Bogotá; luego otro para llegar hasta Salta, una ciudad de casi quinientos mil habitantes.
Finalmente, hay que recorrer 183 kilómetros en carro, por una carretera que atraviesa unas bellísimas montañas a las que el viento ha quitado toda vegetación y ha convertido en gigantes rocas de miles de colores.
El deleite para la vista empieza acá. Las montañas erosionadas han formado figuras espectaculares que no dejan de recrear la vista hasta la llegada al pueblo de Cafayate.
Es una región desértica, como todas en las que crecen las uvas, que cuenta con el clima ideal para cosecharlas: de día hace calor y la noche es fresca "lo que evita que se maduren muy rápido", explica Alejandro Nesman, un agrónomo encargado de la producción de las 400 hectáreas de plantación en la que hay diferentes cepas: Malbec, Merlot, Sauvignon blanc, Torrontés, Shiraz, Pinot Noir, Boyarda, Cabernet y Tempranillo, entre otros.
Los vinos que produce esta región se han denominado vinos de altura porque el lugar está a 2.700 metros sobre el nivel del mar y las cordilleras han creado una especie de microclima que garantiza que, por ejemplo, no lleguen lluvias inesperadas. Es el llamado Valle de Calchaquíes en el que el clima, seco y soleado, hace que se produzcan vinos de alta concentración frutal, aromática y de profundos sabores.
En medio de este viñedo hay un hotel de cinco estrellas, llamado Patios de Cafayate Hotel & Wine Spa, inaugurado en el 2005 y administrado por el Starwoods Hotels, en el cual cada habitación es diferente a otra y es cuidadosamente decorada para que cada detalle garantice a sus huéspedes que sus ojos no pararán de disfrutar.
El tacto
Los visitantes del spa pueden, desde tener un baño de burbujas con vino, hasta hacerse mascarillas y masajes con uvas frescas.
De esta manera demuestran que las propiedades de esta legendaria fruta no solo se consiguen a través de una buena copa de vino. El tacto es el sentido por medio del cual el corazón y la piel de sus visitantes recibirán los beneficios de la vid. Como parte de los planes del lugar se puede recorrer los viñedos, tocar las uvas y conocer todo el proceso de fermentación. Y hablando del tacto, antes de entregar la habitación, si no ha usado los elementos de aseo, puede llevárselos como souvenir porque son bastante particulares: el jabón, la crema, el champú y el rinse son hechos de vino.
El gusto y el olfato
Cualquier paladar disfrutará la famosa comida argentina en esta zona. Desde los diferentes tipos de empanadas hasta el famoso bife de chorizo, asado con una de las mejores carnes del mundo. En esa zona, además, se ha desarrollado la llamada 'cocina de altura', en la que usan productos de los Andes y los transforman en alta cocina.
Pero sin duda la estrella del lugar es el vino, cuando hablamos de gusto y olfato. Michel Torino produce vinos blancos, rosados y tintos que exporta a Asia, Europa y el resto de América y que quien visita el lugar puede disfrutar en unas catas dirigidas. En Colombia están desde hace 2 años importados por John Restrepo y Compañía. En nuestro país se consigue Michel Torino, de colección y reserva (tanto blanco como tinto).
Pronto llegará Cuma (orgánico) así como Ciclos y Altimos, estos últimos de una gama altísima y que han ganado muchos premios internacionales. "Nuestras uvas son cosechadas manualmente y en menos de 15 minutos ingresan a la molienda ya que los viñedos rodean nuestra bodega", dice Maximiliano Lester, gerente de la bodega.
Por ello, el gusto y el olfato serán más que consentidos con estos vinos de altura en maridaje con la cocina de altura.
El oído
Además del silencio, grupos folclóricos argentinos aparecen por el lugar tocando instrumentos que se fabrican en la zona. Ese silencio que los viajeros disfrutan y aprovechan, por momentos puede resultar difícil para quienes permanecen allí.
Fabián Miranda, enólogo del viñedo, reconoce que no es fácil vivir en un lugar donde no hay centros comerciales, ni bares para salir de rumba. Pero ese es el sitio donde trabaja probando diferentes tipos de vino.
El enólogo es quien decide todo en una bodega y, desde que prueba la uva, debe ser capaz de imaginar hacia donde va el vino. Los tiempos, la temperatura, el tipo de barrica utilizado para guardar, todo lo decide este enólogo para producir en 4 meses más de 5 millones de litros, que es la cantidad que produce esta bodega.
Los amantes del vino endulzarán sus oídos al escuchar todo sobre la producción de esta bebida.
Tres sentidos que le ayudarán a elegir un buen vino
Ojos
Lea en la etiqueta, cuál es la cepa, cuál el año en que se hizo, de qué país y de qué región. Si ya lo está probando, o catando, como dicen los expertos, mire a través de la copa su color y brillo.
Muévalo hacia un lado para ver la famosa lágrima (las gotas que bajan a través de la copa).
Nariz
El vino se sirve en una copa alta y grande que le permita, literalmente, meter la nariz en ésta. Cada vez que le sirvan uno haga el ejercicio de oler y tratar de descubrir qué sabores le evocan. Tal vez a madera, a vainilla, a frutas... Inténtelo y verá que cada vez lo hará mejor.
Gusto
Olvídese de la teoría. Si a usted le gusta, es suficiente. Al probarlo busque el cuerpo (una impresión como de volumen que llena el paladar y deja la boca rugosa) y si el sabor permanece en la garganta o se evapora fácilmente. Lo demás es solo disfrutarlo.
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
www.Consultajuridicachile.blogspot.com
www.lobbyingchile.blogspot.com
www.el-observatorio-politico.blogspot.com
Renato Sánchez 3586
teléfono: 5839786
e-mail rogofe47@mi.cl
Santiago-Chile
No hay comentarios.:
Publicar un comentario