En la tumba de Tutankhamon había ánforas con tres tipos diferentes de vino
Un estudio pone de manifiesto que las tres ánforas halladas en la cámara funeraria del faraón Tutankhamon contenían tres variedades de vino: tinto, blanco y el llamado shedeh, un vino más elaborado y dulce. La investigación la han realizado Rosa María Lamuela-Raventós (directora de la investigación), Cristina Andrés-Lacueva y María Rosa Guasch-Jané del grupo de investigación de Antioxidantes, del Departamento de Nutrición y Bromatología en la Facultad de Farmacia, y Olga Jáuregui de los Servicios Cientificotécnicos de la UB. De hecho, en un artículo publicado en 2004 en la revista Analytical Chemistry de la American Chemical Society, las investigadoras ya constataban la existencia de restos de vino tinto en una de las ánforas. Pero no ha sido hasta ahora que se ha demostrado la existencia, también, de otras variedades del vino. Estos hallazgos, publicados en la revista Journal of Archaeological Science, son especialmente relevantes porque demuestran que los egipcios elaboraban vino blanco 1.500 años antes de lo que se creía.
Conocer los tipos de uva que los antiguos egipcios utilizaban para elaborar sus vinos ha sido una cuestión debatida a lo largo del tiempo y este es el primer estudio que consigue demostrar la existencia de tres variedades de vino distintas gracias a los restos de más de 3.300 años de antigüedad que se han podido analizar. En la cámara funeraria de Tutankhamon, en concreto, había tres ánforas: una situada en la cabeza del faraón, orientada al oeste, que contenía vino tinto; otra colocada junto al cuerpo, en el costado derecho, orientada al sur, con un tipo de vino tinto dulce y de gran valor llamado shedeh; y una última colocada a los pies de la tumba, orientada al este, que contenía vino blanco. Comenta la directora de la investigación Rosa María Lamuela-Raventós que «lo más sorprendente del estudio es que demuestra la existencia de vino blanco 1.500 años antes de lo que se creía, ya que si nos fijamos en la iconografía que se conserva del Antiguo Egipto en relación con la elaboración del vino y de otros motivos vinícolas, la uva y el vino siempre aparecen representados de un color oscuro, con un aspecto rojizo o azulado».
La investigación se ha basado en el análisis de muestras de residuos que quedaban al fondo de los recipientes, siglos después que el vino ya se hubiera evaporado. Se ha analizado el contenido de las tres ánforas de la cámara funeraria, así como de otras cinco que estaban en la sala anexa. Éstas fueron seleccionadas entre las veintiséis del ajuar funerario de Tutankhamon porque llevaban las inscripciones irep, que significa vino, y shedeh, una bebida cuyo origen se desconocía hasta ahora y se debatía si provenía de la uva o de otras frutas.
El estudio, que ha sido financiado por el grupo Codorniu y la Fundación para la Cultura del Vino, se ha llevado a cabo mediante un protocolo novedoso de alta sensibilidad aplicado para determinar el vino en residuos arqueológicos basado en la cromatografía líquida y la espectrometría de masas en tándem. En el estudio se utiliza el ácido tartárico como indicador del vino ya que raramente se ha encontrado de forma natural en productos diferentes de la uva. Para conocer el tipo de uva, blanca o negra, el indicador es el ácido sirúrgico.
En el antiguo Egipto, la uva se cultivaba de forma extensa y era un producto consumido por las clases más privilegiadas, en las comidas y las fiestas, y se ofrecía en los rituales funerarios y en las ceremonias de ofrenda a los dioses que se hacían en los templos. Los mejores vinos provenían del Delta del Nilo y de los oasis del oeste, y en la mitología egipcia, el color rojo del vino se relacionaba con el color del Nilo durante la inundación anual del río. Desde el Reino Antiguo (2575-2134 aC) hasta el Reino Nuevo (1550-1070 aC), las tumbas de los nobles se decoraban con imágenes de viticultura y elaboración del vino. La tumba de Tutankhamon, faraón de la Dinastía XVIII (1333-1323 aC) fue hallada por Howard Carter en lel valle de los Reyes el 1922, y sus reliquias se exponen en el Egyptian Museum del Caire (Egipte).
COMUNICACIÓ UNIVERSITAT DE BARCELONA
Conocer los tipos de uva que los antiguos egipcios utilizaban para elaborar sus vinos ha sido una cuestión debatida a lo largo del tiempo y este es el primer estudio que consigue demostrar la existencia de tres variedades de vino distintas gracias a los restos de más de 3.300 años de antigüedad que se han podido analizar. En la cámara funeraria de Tutankhamon, en concreto, había tres ánforas: una situada en la cabeza del faraón, orientada al oeste, que contenía vino tinto; otra colocada junto al cuerpo, en el costado derecho, orientada al sur, con un tipo de vino tinto dulce y de gran valor llamado shedeh; y una última colocada a los pies de la tumba, orientada al este, que contenía vino blanco. Comenta la directora de la investigación Rosa María Lamuela-Raventós que «lo más sorprendente del estudio es que demuestra la existencia de vino blanco 1.500 años antes de lo que se creía, ya que si nos fijamos en la iconografía que se conserva del Antiguo Egipto en relación con la elaboración del vino y de otros motivos vinícolas, la uva y el vino siempre aparecen representados de un color oscuro, con un aspecto rojizo o azulado».
La investigación se ha basado en el análisis de muestras de residuos que quedaban al fondo de los recipientes, siglos después que el vino ya se hubiera evaporado. Se ha analizado el contenido de las tres ánforas de la cámara funeraria, así como de otras cinco que estaban en la sala anexa. Éstas fueron seleccionadas entre las veintiséis del ajuar funerario de Tutankhamon porque llevaban las inscripciones irep, que significa vino, y shedeh, una bebida cuyo origen se desconocía hasta ahora y se debatía si provenía de la uva o de otras frutas.
El estudio, que ha sido financiado por el grupo Codorniu y la Fundación para la Cultura del Vino, se ha llevado a cabo mediante un protocolo novedoso de alta sensibilidad aplicado para determinar el vino en residuos arqueológicos basado en la cromatografía líquida y la espectrometría de masas en tándem. En el estudio se utiliza el ácido tartárico como indicador del vino ya que raramente se ha encontrado de forma natural en productos diferentes de la uva. Para conocer el tipo de uva, blanca o negra, el indicador es el ácido sirúrgico.
En el antiguo Egipto, la uva se cultivaba de forma extensa y era un producto consumido por las clases más privilegiadas, en las comidas y las fiestas, y se ofrecía en los rituales funerarios y en las ceremonias de ofrenda a los dioses que se hacían en los templos. Los mejores vinos provenían del Delta del Nilo y de los oasis del oeste, y en la mitología egipcia, el color rojo del vino se relacionaba con el color del Nilo durante la inundación anual del río. Desde el Reino Antiguo (2575-2134 aC) hasta el Reino Nuevo (1550-1070 aC), las tumbas de los nobles se decoraban con imágenes de viticultura y elaboración del vino. La tumba de Tutankhamon, faraón de la Dinastía XVIII (1333-1323 aC) fue hallada por Howard Carter en lel valle de los Reyes el 1922, y sus reliquias se exponen en el Egyptian Museum del Caire (Egipte).
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Saludos
Rodrigo González Fernández
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Renato Sánchez 3586
telefono: 5839786
santiago-chile
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