La Responsabilidad Social Corporativa es uno de lo valores más necesarios para aquellas empresas que quieren ser competitivas, y por tanto, es "una de las claves para que España salga de la crisis".
La Responsabilidad Social Corporativa es uno de lo valores más necesarios para aquellas empresas que quieren ser competitivas, y por tanto, es "una de las claves para que España salga de la crisis".
Ésta es la opinión de Miguel Ángel García Martín, director general del Trabajo Autónomo, Economía Social y RSE del Ministerio de Empleo, y uno de los participantes de el III Encuentro Especializado en Responsabilidad Social Corporativa (RSC) organizado ayer por EXPANSIÓN junto a Correos, DNV, Ecoembes, Ferrovial, Heineken, Henkel, Mutua Madrileña y Telefónica.
Según García Martín, la responsabilidad social es imprescindible para que la empresas puedan crear puestos de trabajo y se mostró seguro de que si esta práctica se hubiese aplicado durante los años de bonanza, "se podrían haber mitigado" los efectos que han provocado la actual crisis económica y financiera.
Para ejemplificar esta afirmación, el representante de la Administración puso de manifiesto que por cada 100 compañías españolas que han estado o están en una situación económicamente adversa, 70 han optado por despedir a parte de su plantilla.
Para García Martín, este dato evidencia que España es un país en el que "se ha preferido despedir a tomar medidas de flexibilización interna". La situación contrasta con países como Francia, en el que la RSC tiene mayor peso el número baja hasta las 40 empresas.
Mayor transparencia
Pero la prácticas responsables no se deben ceñir a la gestión de los recursos laborales. Tal y como apuntó Alberto Andreu, director global de Asunto Públicos de Telefónica, la Responsabilidad Social es la mejor forma de ser transparente y "evitar posibles casos de manipulación".
De esta manera, y con la generación de puestos de trabajo que asegura el buen gobierno, la confianza sobre España y sus empresas será mayor e incluso, aseveró Andreu la "prima de riesgo bajará".
Otro ámbito en el que la RSC repercute positivamente es la identificación que los trabajadores sienten con sus empresas. Tal y como apuntó Dulce Subirats, directora de Recursos Humanos de Mutua Madrileña, buenas prácticas como la facilidad para conciliar la vida laboral y profesional o el conseguir trabajadores 'felices', hacen que el índice de rotación y de salida de la empresa sea menor, con lo que es más factible retener a los profesionales más cualificados del sector.
Estas características sólo son posibles en empresas que no anteponen "el beneficio ante cualquier cosa", aseguró Elisenda Ballester, directora de Comunicación de Henkel Ibérica. La propia Ballester también quiso aclarar que, en contra de lo que se podría pensar, la RSC y la sostenibilidad no son costosas para la compañías "si están integradas en el modelo de trabajo"
RSC verdadera
Sin embargo, todas estas virtudes sólo son posibles cuando se lleva a cabo una verdadera política de responsabildiad social corporativa, y eso es algo que no siempre ha ocurrido. Tal y como apunta Germán Granda, director general de Forética, en España se vivió hace unos años "un boom en la RSC, al igual que hubo un boom inmobiliario".
En el pasado, numerosas empresas realizaban pequeñas acciones que sus gestores calificaban como socialmente responsables cuando no lo eran, para ganarse la admiración y respeto de la sociedad. En la actualidad, continúa Granda, este es un fenómeno que se ha corregido ya que es posible diferenciar claramente entre "quien está implicado (en la RSC) y quien no".
Por último, Granda quiso reclamar el papel de la sociedad civil en las buenas prácticas y afirmó que la ciudadanía debe "demandar y premiar" el buen gobierno y no limitarse a exigir compromiso.