Un nuevo informe del PNUMA aboga por la adopción de nueva planificación y enfoques de gestión para equilibrar el potencial de producción de los biocombustibles para combatir el cambio climático, con los impactos ambientales y sociales.
El desarrollo de la bioenergía puede tener un impacto sobre la biodiversidad en varios niveles, incluso directamente a través del cambio de uso del suelo, la introducción de especies potencialmente invasoras para su uso en la producción de biocombustibles, el uso excesivo de agua, e indirectamente, por impulsar la producción agrícola en áreas de conservación de alto valor. Pero también pueden tener efectos beneficiosos: por ejemplo, la sustitución del uso de leña puede reducir la deforestación.
Un enfoque sostenible del desarrollo de la bioenergía, uno que logre el balance entre las emisiones de gases de efecto invernadero con los impactos sobre la biodiversidad, el agua y la seguridad alimentaria, es necesario. La adecuada planificación y la gestión serán fundamentales en el plano nacional, así como en proyectos individuales.
"No hay duda de que tenemos que reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y pasar a opciones más limpias y ambientalmente amigables ", dijo Achim Steiner, Director Ejecutivo del PNUMA y Subsecretario General de las Naciones Unidas, "pero tenemos que asegurarnos no estamos creando más problemas de los que resolvemos".
"La producción de biocombustibles conlleva riesgos y oportunidades. Tenemos que examinar todos los riesgos para que podamos aprovechar plenamente las oportunidades, para la reducción de emisiones, para nuevos empleos verdes, y para elevar el nivel de vida de algunas de las comunidades más pobres del mundo. "
EL PNUMA explica algunas de esas consideraciones en cuatro documentos temáticos que complementan un informe histórico - Acceso a los biocombustibles - lanzado el año pasado por el Panel Internacional para el Desarrollo Sostenible de Gestión de Recursos auspiciado por el PNUMA.
En el documento Agua y Bioenergía, el segundo en la serie de los documentos sobre bioenergía, el PNUMA cita investigaciones que demuestran que el 2 por ciento, o 44 kilómetros cúbicos, de la extracción de agua para el riego mundial se están utilizando para la producción de bioenergía.
Si las normas actuales de bioenergía y las metas se implementan plenamente, 180 kilómetros cúbicos adicionales de agua de riego serían necesarios, creando una presión adicional sobre los recursos hídricos y afectando potencialmente la producción de alimentos y la oferta de agua, especialmente en aquellas aras que ya están experimentando estrés hídrico.
Como la huella hídrica de la bioenergía puede ser desde 70 hasta 400 veces mayor que la de los combustibles fósiles tradicionales, los mayores retos serán la determinación de cómo satisfacer la demanda de bioenergía futura sin sobreexplotar o dañar los recursos hídricos, y cómo mejorar la gestión de cadenas de suministro de bioenergía para reducir la presión sobre el uso del agua y minimizar los impactos sobre la calidad del agua.
Tan importante son los vínculos entre el agua y la producción de biocombustibles que el PNUMA está preparando un informe, que, por primera vez, examina en profundidad los vínculos entre la producción de biocombustibles y la disponibilidad uso y calidad del agua. El informe, llamado "Zoom en el Nexo ente la Bioenergía y el Agua", se basa en el trabajo de más de 40 expertos y será dado a conocer el próximo año.
Medidas que ayudan a reducir el impacto de la bioenergía en el agua incluyen:
• Hacer coincidir las materias primas para la bioenergía (cultivos, residuos y algas para producir combustible) con los recursos hídricos disponibles a nivel local, favoreciendo a aquellos que requieren menos riego y el uso de agroquímicos, que a través de la escorrentía puede contaminar los suministros de agua.
• Uso de técnicas agrícolas sostenibles y tecnologías para reducir al mínimo el uso del agua, y fomentar la transición hacia la agricultura sostenible.
• Realización de análisis de ciclo de vida del consumo total de agua y de la calidad del agua de los biocombustibles.
• Fomento de los mecanismos de mercado que promueven el uso sostenible del agua y reducir los efluentes potencialmente dañinos, y tener en cuenta las necesidades y los contextos regionales.
En otro documento distribuido hoy: Ganancia o dolor? Los biocombustibles y las especies invasoras, el PNUMA sostiene que, si bien muchos de los biocarburantes disponibles actualmente son producidos a partir de cultivos alimentarios que se han cultivado por siglos, algunas de las especies de plantas que están siendo consideradas para biocombustibles avanzados son potencialmente invasoras.
Las cualidades que hacen que estas plantas sean ideales para los biocombustibles - rápido crecimiento, la capacidad para superar a la vegetación local, la producción abundante de semillas, la tolerancia y adaptabilidad a una variedad de suelos y condiciones climáticas, la resistencia a plagas y enfermedades, la falta de depredadores - significa que pueden convertirse en invasoras en un paisaje determinado.
Las especies invasoras pueden causar graves daños al medio ambiente, los medios de subsistencia y las economías locales. La evaluación cuidadosa del riesgo que mide la probabilidad de impactos sobre la biodiversidad se considera un paso importante para identificar donde se requiere de atención especial y donde podrían ser necesarias medidas urgentes.
Hasta ahora, en la prisa por alcanzar los beneficios de los biocombustibles, el riesgo de introducción de especies invasoras en la producción de biocombustibles ha recibido poca atención.
El documento pone de relieve la necesidad de más investigación y el intercambio de información sobre estas plantas y el desarrollo de métodos que estén disponibles para contar con la información a nivel mundial.
En Más allá de la conversación: Involucrando a los actores interesados en el desarrollo de la bioenergía, el PNUMA examina el vínculo esencial entre la biodiversidad y el sustento de vida de las comunidades en todo el mundo.
Conforme los proyectos de bioenergía se dan en los patios de estas comunidades, requieren estar involucrados adecuadamente y estar informados para asegurarse de que estas prácticas no son perjudiciales para ellos o para la biodiversidad local.
En Uso de la Tierra, cambio de uso de la tierra y la Bioenergía, el PNUMA señala la estimación global de que, si continúan las tendencias actuales, la bioenergía podría comprometer hasta 36 por ciento de las tierras cultivables para el año 2030. Esto podría tener un grave impacto sobre la biodiversidad.
El reto es crear procesos y metodologías que permitan designar las áreas que sean sostenibles y no sostenibles para el desarrollo de la bioenergía. Sistemas de planeación integral del uso y manejo de la tierra requieren ser promulgados.
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