(U. Santa María / Universia).- El Archipiélago de Juan Fernández, la Isla de Pascua, el Desierto de Atacama, la Patagonia y la Zona Central. Todos ecosistemas diferentes que hacen de Chile un área de investigación fascinante para científicos ligados a la microbiología, debido a la gran biodiversidad existente en el país. Sin embargo, como explica el académico y director del Laboratorio de Microbiología Molecular y Biotecnología Ambiental de la Universidad Santa María, Dr. Michael Seeger, el desarrollo de colecciones microbianas en Chile es muy escaso y debe fortalecerse en esta materia para poder ingresar, en el futuro, a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). "Chile tiene una enorme biodiversidad desde el norte hasta el sur, junto a muchos ambientes extremos desde los cuales podemos recuperar una biodiversidad tremendamente interesante y con un potencial biotecnológico espectacular. Sin embargo, actualmente en el país se hace poco para preservar eso, y si bien existen esfuerzos individuales de diversos investigadores, no hay un esfuerzo como país". Y esto no es menor, ya que como señala el mismo Seeger, a futuro la preservación de recursos genéticos van a ser una exigencia para ingresar a la OCDE. "Si pensamos en innovación y desarrollo de biotecnología, y si pensamos en el ingreso de Chile en el club de los países más desarrollados (OCDE), no es posible ingresar sin la preservación los recursos genéticos en general, y sobre todo recursos genéticos microbianos". En países como Japón, China y Alemania, los Estados prestan soporte para la mantención y preservación de colecciones de microorganismos, las cuales pueden contener una riqueza inmensa para el desarrollo investigativo en torno a la genética; pero a nivel latinoamericano, de los ocho países que cuentan con colecciones de microorganismos y políticas estatales de preservación, Chile no figura. Este grupo lo lidera Brasil, México, Argentina, Cuba y Venezuela, y luego están Colombia, Ecuador y Paraguay. "De todas las colecciones de microorganismos del mundo, más del 90% del financiamiento viene de fondos estatales o de las universidades públicas. Por lo tanto, es claro que el Estado tiene que asumirlo como una política estratégica nacional. En este contexto, es interesante observar a los países asiáticos que han logrado posicionarse como naciones con un fuerte desarrollo como China e India, donde el Estado ha puesto muchos recursos económicos para preservar los recursos genéticos, incluidos los recursos genéticos microbianos". Bajo este mismo punto, el Dr. Edward Moore, director del Culture Collection de la University of Göteborg (CCUG) e investigador del Departamento de Bacteriología Clínica del Hospital Universitario de Sahlgrenska, Suecia, señaló que "sin el apoyo de las universidades o del gobierno, ninguna colección de cultivo en el mundo entero sería capaz de sobrevivir. Esa es la realidad". Preservación genética En el Hospital Universitario de Sahlgrenska, el más grande en Escandinavia, se encuentra una de las colecciones de cepas más grandes de Europa, las cuales son suministradas a diferentes laboratorios clínicos y centros de investigación de Suecia y el mundo entero. Al ser consultado por la situación en Chile, el Dr. Moore señaló que, por la alta calidad de investigación en el país y la diversidad de ecosistemas presentes, realmente se debería estar comenzando a desarrollar un sistema colección enfocado en los ecosistemas de Chile y también en las posibilidades del país (como la agricultura, los viñedos, la pesca, etc.). "Ustedes tienen un ecosistema único que incluye una gran cantidad de diferentes ecosistemas, mayores que en Europa e incluso Norte América, los cuales son afectados por una diversidad microbiana diferente en cada uno, siendo el potencial biotecnológico muy alto", sostuvo Moore, enfatizando en que en las muestras de suelos, entre el 0,1 y el 0,01% de las bacterias son cultivables; el resto, se desconocen y no pueden ser cultivadas aún. Es por esto que, tanto el Dr. Seeger como el Dr. Moore concuerdan en que en ecosistemas inusuales (como Juan Fernández, la Isla de Pascua, la Antártica o los Geysers del Tatio) existe una cantidad enorme de biodiversidad para analizar y conocer; y por qué no, caracterizar. "Juan Fernández es un lugar más donde prácticamente no hay estudios del mundo microbiano. Independiente que no se realice investigación, también tenemos que ser capaces de preservar esa biodiversidad, y la manera de hacerlo es teniendo colecciones de cultivos microbianos, de células animales y vegetales", afirmó Michael Seeger, académico del Departamento de Química de la Universidad Santa María, quien fue enfático en decir que este emprendimiento es una tarea pendiente en Chile. Desarrollo de primer nivel Más del 99% de las bacterias en el suelo ni siquiera son cultivables aún. No existen tecnologías para desarrollar ese proceso, y es por eso que cabe especular la gran cantidad de material que existe, todavía incierto, en todo el planeta. "Cerca del 1% de las muestras que nos llegan del hospital son bacterias nuevas, desconocidas; y no provienen de ecosistemas inusuales ni junglas extremas. Vienen del hospital", puntualizó Moore, quien se encuentra en la Universidad Santa María colaborando en diversos proyectos de análisis de bacterias aisladas y caracterizadas, las cuales poseen un importante potencial para aplicaciones en biotecnología ambiental. "Nosotros desarrollamos tests para analizar de mejor manera enfermedades infecciosas, pero también recibimos muchas solicitudes alrededor del mundo de compañías que necesitan muestras para desarrollar vacunas. Y para ese efecto, requieren de una amplia gama de muestras", señaló Moore. Además, como explicó el especialista, hoy en día existe un gran problema en el mundo en torno al desarrollo de resistencia de antibióticos, ya que hay bacterias que han desarrollado resistencia a éstos. En ese contexto, las colecciones microbianas juegan un papel crucial para encontrar nuevos agentes antimicrobianos para tratar enfermedades infecciosas, ya que todos los antibióticos provienen de otros microorganismos, y el espectro de éstos es muy grande en todo el mundo. Cabe destacar que los doctores Seeger y Moore fueron invitados en calidad de expertos al VII Simposio Internacional de Recursos Genéticos de América Latina y El Caribe celebrado en Pucón a fines de octubre. Fuente: Universidad Santa María / Universia.cl |
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